Desde que estoy en Japón he tenido el privilegio de ser ofrendado en alguna que otra ocasión con algunos regalos de los cuales sinceramente no creo ser digno. Hoy quiero mostraros dos de ellos que han supuesto para mi un grandísimo honor, debido a que las personas de las que vienen los han realizado con sus propias manos y no me cabe duda de que para ello han empleado parte de su valioso tiempo. Quiero que estas dos personas sepan que recibo sus regalos junto con su afecto y cariño, de verdad me siento muy afortunado de poder decir que estas personas son mis amigas.
Hoy mismo, Kayozo (una chica que me consta que es lectora de este blog), ceramista, alfarera y además estudiante de arte, me obsequió con una de sus obras de cerámica, un precioso incensario que aquí os muestro:
En la base de esta pieza Kayozo ha dejado impreso su sello de artista:
Aquí lo vemos con un poco de más detalle (Kayozo, espero que no lo haya mostrado yo al revés!!!):
Me encantaría que ella misma, a través de la sección de comentarios de este blog nos diera unas indicaciones de cómo esta obra fue realizada, de qué materiales usó, etc. Anímate, Kayozo, y cuéntanos!!!.
El otro regalo lo recibí de una señora que desde hace más de ocho años desarrolla una enorme afición a las cometas, su realización y posterior disfrute. Un día me sorprendió con esta hermosa cometa que ella misma realizó, un laborioso y preciso trabajo que permite que esta cometa pueda volar de un modo muy elegante. El dibujo es por supuesto su obra, no penséis que es una copia o una serigrafía, está hecho con tintas a base de agua y con pincel japonés, el mismo tipo que se usa en la caligrafía, todo sobre papel japonés de una gran calidad tensado con unas finas láminas de bambú súper resistentes.
Ella lleva estudiando este arte muchos años, pero en su caso su profesor aún no le permite que use un sello personal, por tanto el sello de mi cometa es el de su maestro, aunque ella hizo todo el trabajo.
Dos artistas sin duda!.