El pasado domingo recibí la poco habitual pero agradable visita de un español. Parece que uno lleva aquí ya tanto tiempo en este gran parque temático que es Japón que de vez en cuando es bueno tener uno de esos bocaditos de realidad y pasar un día con un paisano. A este chico le conocí a través de su blog, que lleva el nombre de “Perdido por los Japones… (desde Japón)”, y puesto que vive en Kansai pues no podíamos demorar por más tiempo un encuentro para intercambiar impresiones sobre nuestras experiencias por estos lares.
Algunos le conoceréis por Flapy, otros por David. Este madrileño llegó a Japón a finales de 2005, dentro del programa Mombusho, y en un principio estuvo por Osaka, pero en la actualidad está en Ikoma, en Nara. Sobre todos sus pasos no hay mejor guía que su blog, de modo que no dejéis de pasar por allí!.
David es una de esas personas que irradian buen rollete, un tío majo, buena gente y con muchas ganas de vivir la vida, el tío no para, ya quisiera yo viajar la mitad de lo que él hace!, un crack este David.
íl ya había pasado en una ocasión por Kobe, pero me decía que apenas recordaba los sitios por los que pasó, de modo que no le importaba repetir visitas. Quedamos pues en Sannomiya a eso del mediodía, de modo que nuestra primera parada fue para llenar nuestros estómagos, y lo hicimos en Ganko, ante un buen tonkatsu.
Después subimos a Kitano, desde donde hay unas vistas de la ciudad bastante atractivas. Allí empezamos a ver como el cielo se iba aclarando, pues hasta entonces chispeaba y había un cielo gris bastante feote. Pero el sol acabó por aparecer.
En la siguiente foto aparecemos David y un servidor, con Sannomiya al fondo:
Fijaos que cielo tuvimos:
En Kitano Circus había bastantes visitantes, como de costumbre, y algún mimo animando a los más pequeños:
Dejamos Kitano y nos dirigimos a mi barrio, Motomachi, pasando por el koukashita, allí en Motokotown. Al salir de allí pasamos cerca de mi casa, donde David pudo comprobar la existencia de una tienda de pasteles que lleva un nombre muy peculiar, “Motomachi Cake”, establecimiento responsable del nombre de este humilde bloguito.
La siguiente parada fue Minatogawa Jinja, aquel templo que os mostraba en una de mis primeras fotos por aquí por Japón. La sopresa fue descubrir que el templo está siendo restaurado y el enorme tejado no estaba en su sitio, dejando al descubierto una enorme estructura de metal.
De allí pasamos a Harborland, parando un rato en la siempre interesante Village Vanguard, de donde esta vez salí sin comprar nada, y mira que hay cosas absurdas por allí… (¿qué me estará pasando?!). En el mismo edificio, pero en la planta 14, hay un mirador bastante impresionante, desde el que David pudo divisar todo Kobe, sus islas artificiales, y allá a lo lejos Wakayama. Esta imagen está tomada desde allí mismo. ¿Veis un submarino allí en medio?:
Mosaic está justo al lado, así que volvimos por allí, que siempre es agradable pasear por el puerto:
Y de Meriken Park a Motomachi, donde quería presentarle a un buen amigo japonés a David que resultó ser medio vecino de él!!!.
Fue un rato agradable, de verdad, no es ningún cumplido. Así que, David, hay que dejarse caer por Kobe más a menudo, ¿ok?, la próxima que sea para ver el Puente de Akashi, pero no como yo lo vi la última vez, que acojona lo suyo pero no tanto como desde lo alto de una de sus torres.
Por cierto, si queréis ver el post que Flapy dedica a nuestro encuentro lo tenéis aquí.