Archive for the ‘Literatura’ Category

Las palomas pasajeras

Thursday, September 15th, 2016

El buzón de mi correo me sorprendió hace unos días con un sobre con el nombre de mi amigo Javi Ruiz en el remite. Dentro había una copia de su nuevo libro “Las palomas pasajeras”, un cuento escrito e ilustrado por él y editado por Chidori Books, editorial nacida “de la unión de dos grandes pasiones: los libros y Japón”.
Sutileza, buen gusto y mucho Japón en sus 36 páginas. Otra pieza para añadir prestigio a mi estantería.

Esta vez, pues la ocasión lo merecía, he decidido presentar el libro de un modo diferente, a través de este vídeo que espero que os guste. Por cierto, la música es de otro gran amigo y amante de Japón, Publio Delgado.

Frente al Pacífico

Friday, July 8th, 2011

En dos de las últimas entradas de este blog os hablaba de mi amiga Montserrat Sanz, profesora de la Universidad de Estudios Extranjeros de Kobe, y precisamente la presencia de algunos de los artículos que ella publica en el diario El Adelantado de Segovia venían a honrar entonces mi humilde espacio web.

Recientemente recibí en mi buzón de correos una grata sorpresa en forma de libro que ella misma me remitía: Frente al Pacífico, una obra en la que Montserrat recopila algunos de sus artículos con el objetivo principal de ayudarnos a comprender mejor las reacciones que el pueblo japonés mostró en los momentos posteriores al desastre del terremoto y del tsunami que asoló la zona de Tohoku en el pasado mes de marzo. Sin duda ahí queda la gran lección que tan desmesurado infortunio nos ha dejado, “el carácter sobrio, digno y estoico de los japoneses” aun en situaciones de máxima extremidad.
(more…)

This bird has flown

Tuesday, November 16th, 2010

Vi esta mañana por primera vez el trailer de la pelí­cula. A ver lo que sale, espero que sea decente. La más famosa de las obras de Murakami Haruki ha sido llevada al cine y será presentada el próximo mes en Japón. Han participado en ella actores como Rinko Kikuchi (a quien conoceréis por Babel), en el papel de Naoko, Ken´ichi Matsuyama (quien interpretara a “L” en la versión cinematográfica del manga Death Note), en el papel de Toru Watanabe, o la joven modelo Kiko Mizuhara, que hace de Midori.
Si habéis leí­do el libro imagino que querréis ver la pelí­cula, y si no lo habéis leí­do aún… ¿a qué esperáis? Está en Maxi Tusquet, en edición de bolsillo bajo el absurdo tí­tulo de “Tokio Blues”. Luego cuando le den el Nobel a Murakami san y sus novelas suban de precio no me digáis que no os lo advertí­. 🙂

Un saludo a los que me leéis y mis disculpas por tener esto tan dejado…

Aquí­ os dejo el trailer de la pelí­cula.

Pink

Friday, October 2nd, 2009

Comenzó a rodar este blog hace ahora cuatro años. La primera imagen que aparecí­a por aquí­ era la de una Torre de Kobe teñida de color rosa. Era la luz que emanaba de unos ingentes focos sobre los que se habí­an colocado filtros de celofán magenta. Así­ recordaba la ciudad de Kobe a su gente que a mediados de octubre se celebraba el “Dí­a Internacional de la Lucha Contra el Cáncer de Mama”.
Este año parece ser que la agenda se ha adelantado algunos dí­as. Desconozco la razón. Tampoco sé si el cambio de fecha ha sido algo generalizado o sólo ha afectado a esta ciudad. Quizás fuese para evitar la coincidencia con el evento artí­stico que el puerto acogerá desde mañana dí­a 3 hasta el 23 de noviembre: la Biennale de Kobe 2009.
Sea lo que fuere siempre es bienvenido dicho recordatorio. Se trata de una enfermedad que cada vez alcanza mayores tasas de curación y la información juega un papel fundamental en este hecho en concreto.
La estampa que se podí­a contemplar anoche desde Mosaic era cuanto menos singular como podéis ver en la imagen:

pink1

Y hablando de celebraciones permitidme que añada una más: la que ocurrí­a apenas un dí­a antes en una de las ciudades hermanadas a Kobe, Barcelona. Allí­, como os dijera en la anterior entrada, se presentaba “Soñar con Japón”. Gracias a un blog que lleva el nombre de “La Arcadia de Urias”, administrado por alguien que me consta que de vez en cuando se deja caer por aquí­ 😉 , podemos ver un resumen de lo que dio de sí­ el evento.
Mi agradecimiento a “El Capitán” por hacernos llegar esas imágenes y a todos los que allí­ estuvieron presentes.

Presentación de “Soñar con Japón” en Barcelona

Wednesday, September 30th, 2009

Primero fue la ciudad de Osaka. Mañana le toca el turno a otra gran urbe, la de Barcelona. Será allí­, en Llibreria Alibri, donde mis dos compañeros y amigos David (Flapy) y Héctor (Kirai) tendrán el honor de presentar nuestro libro de fotos “Soñar con Japón”. Me encantarí­a poder estar allí­ con ellos pero esta vez no podrá ser. No obstante, es todo un privilegio tener a dos representantes de la talla de estos dos “fenómenos”.
La introducción del evento irá a cargo de Marc Bernabé, alguien que no creo que precise ser presentado pues imagino que es de sobra conocido por todos aquellos que hayáis sentido la maldición de la Torre de Babel al tratar de aprender la lengua japonesa 😉 .

¡La tarde se presenta interesante!, いかがですか??? 😀

Los detalles los tenéis en la siguiente imagen o bien haciendo clic sobre ella:

alibri

Sant Jordi

Thursday, April 23rd, 2009

El tipo de eventos que una determinada ciudad promueve suele ser un fiel indicador de su nivel cultural. Siempre me llamó la atención la elegancia de la Feria del Libro de Sant Jordi en Barcelona. Regalar ese libro que hemos buscado pensando exclusivamente en su receptor supone una de las declaraciones de amistad más sinceras y auténticas que conozco. De hecho no es casual, coincide en Cataluña dicho evento con la celebración del dí­a de los enamorados, tradición que tiene sus orí­genes allá por el siglo XV.

rosas

Es para mi un orgullo poder anunciar que “Soñar con Japón” estará mañana allí­, concretamente en el stand de la librerí­a Alibri, que es además una de las más prestigiosas de la ciudad. Lo encontraréis en la Rambla de Catalunya, a la altura de la Gran Ví­a de les Corts Catalanes. Igualmente el libro estará en la tienda, cuya ubicación está en la calle Balmes, 26.

alibri

Por cierto, mis felicitaciones a todos los Jordis (me acuerdo ahora mismo de dos a los que conocí­ precisamente aquí­ en Kobe y a los que tengo especial cariño) y Jorges.

Japón, de la katana al manga

Thursday, February 26th, 2009

javier-martinez

Permitid que os recomiende hoy un libro. Se trata del que ha escrito un amigo que casualmente resulta ser la primera persona a la que conocí­ al llegar a Japón. Javier Martí­nez Herrero es un soriano afincado en Japón, paí­s al que su interés por el Extremo Oriente le acabó trayendo en 1971. Desde entonces se ha dedicado al estudio de la cultura y sociedad japonesas, labor que compagina con la enseñanza en el Departamento de Estudios Hispánicos de la Universidad de Estudios Extranjeros de Kyoto.

Dicen que la experiencia es la madre de la ciencia, y este libro viene a corroborar el aforismo. La lectura de “Japón, de la katana al manga” (último tí­tulo editado por el valiente sello Shinden) me resultó en extremo amena a la vez que didáctica. En la contraportada aparece la sí­ntesis que podéis leer a continuación:

Durante la mayor parte de su historia Japón estuvo protegido de invasiones militares por un océano que, sin embargo, no impidió la comunicación con un gran foco de civilización: China. Esta circunstancia geográfica permitió a los dirigentes japoneses adoptar y adaptar a su gusto y conveniencia cualquier elemento foráneo y mantener aislado al paí­s durante más de dos siglos. Así­ surgió una visión del mundo y una forma de vida que diferenciaron a Japón no sólo de los paí­ses occidentales, sino también de los de su mismo entorno.
¿Es, no obstante, Japón un paí­s tan único como todos los japoneses creen? Japón. De la katana al manga es una introducción amena y rigurosa a la fascinante historia del primer paí­s no occidental que ha logrado situarse a la vanguardia tecnológica del mundo.

Y, para que esta entrada de presentación sea lo más fiel posible al propósito del autor del libro, dejo bajo estas lí­neas la transcripción de parte de la intervención que, con motivo del lanzamiento de la obra en cuestión, Javier Martí­nez hizo en el programa “Las noches blancas”, que dirige en Telemadrid Fernando Sánchez Dragó.

Javier Martí­nez : Yo querí­a hacer una pequeña introducción a la historia japonesa. Sobre Japón hay muchos libros, la mayor parte de ellos son de corte personal, empezando por el libro del Padre Arrupe, el general de los jesuitas, “Este Japón increí­ble”, y siguiendo últimamente por el de Felipe Carbajo, que acaba de publicar “El Japón que yo he vivido”. Hay también otra serie de libros dedicados a temas especí­ficos tales como el de Antonio Cabezas, “El siglo ibérico de Japón”, o el de Federico Lanzaco sobre el pensamiento japonés. Yo pensaba que habí­a un cierto vací­o en tratar a Japón como un todo histórico, empezando por la época feudal y llegando hasta nuestros dí­as.

Sánchez Dragó : Los japoneses están convencidos de que viven en un paí­s completamente distinto a todos, hasta el extremo de que se ha creado una especie de disciplina, de asignatura, que es el nihonjinron, que estudia la idiosincrasia japonesa. ¿Es realmente un paí­s distinto a todos como ellos creen?

J.M. : Lo es. Quizás no tanto como ellos creen. Por ejemplo, cuando trato de este tema en alguna de mis clases en la universidad y pregunto: “Bueno, ¿qué tiene Japón que sea diferente de los demás paí­ses?”, pues alguno me puede decir que las cuatro estaciones. Pero, hombre, las cuatro estaciones… en España también tenemos cuatro estaciones. Entonces ciertamente ellos lo llevan a un extremo, pero creo que efectivamente, por razones que explico en el libro (razones geográficas, razones históricas) pues Japón es un paí­s diferente. […]

S.D. : Y además, Javier, de ser un paí­s distinto a todos, al menos desde la óptica japonesa, ¿es un paí­s ininteligible a los extranjeros? Lafcadio Hearn, al tú citas en tu libro, que es uno de los primeros escritores extranjeros que se fue a vivir a Japón, se casó con una japonesa, greco-chipriota, etc., decí­a que se tardarí­an siglos en superar, por parte de los extranjeros, esta infranqueabilidad de las costumbres y también emocional.

J.M. : Sí­, bueno, efectivamente Lafcadio Hearn cuando llegó a Japón no se podí­a imaginar el nivel de internacionalización al que se iba a llegar, entonces hay que tener en cuenta que muchos japoneses viajan al extranjero, después la forma de vida está cambiando enormemente. […] íšltimamente muy pocos aspirantes a ser luchadores de sumo son japoneses: los dos yokozuna, grandes campeones actuales, son extranjeros. Quiero decir con esto que sigue siendo un paí­s difí­cil de entender pero no tanto como evidentemente lo era en la época de Lafcadio Hearn.

S.D. : Bueno, katana y manga, ¿hay dos japones, el Japón del ayer y el Japón del hoy?, o ¿el Japón del hoy, el manga en definitiva, es la prolongación del Japón del ayer en el hoy, la prolongación de la katana?

J.M. : Bueno, Japón es un paí­s de contrastes, “De la katana al manga” podrí­a ser el tí­tulo del libro que Ruth Benedict escribió: el famosí­simo libro “El crisantemo y la espada”. Japón tiene una parte que es, digamos un poco primitiva, un poco violenta, y otra parte que es verdaderamente una contemplación poética de la naturaleza, desde los cerezos en flor hasta incluso el arte del manga. Yo pienso que las dos vertientes están en buena coexistencia en el Japón actual y esto es lo que hace tan interesante a Japón: que podamos ver dos mundos diferentes en la misma época.

Si estáis interesados en adquirir el libro podéis directamente dirigiros a la web de Shinden Ediciones, aunque me consta que está disponible en algunas de las grandes librerí­as, como es el caso de Casa del Libro.

El alma del haiku

Tuesday, October 14th, 2008

Discí­pulo del fallecido Reiji Nagakawa (el afamado traductor del “Ulysses” de James Joyce a la lengua japonesa que se enamoró de la ciudad de La Giralda) y del reputado Fernando Rodrí­guez-Izquierdo (toda una autoridad en materia de haiku de quien un servidor puede decir que tuvo el privilegio de ser alumno) Vicente Haya se doctoró en Filosofí­a por la Universidad de Sevilla con su tesis “La expresión de lo sagrado en el haiku japonés”. Desde entonces este paisano mí­o no ha cesado en su devoción por la poesí­a tradicional nipona. Su producción literaria así­ como la labor desempeñada en el campo de la traducción es prueba de ello:

-“El corazón del Haiku: la expresión de lo Sagrado” (Ed. Alquitara, 2002)
-“La poesí­a zen de Santoka, 70 haikus esenciales” (Ed. Maremoto, 2002)
-“El espacio interior del Haiku” (Ed. Shinden, 2004)
-“Saborear el agua, cien haikus de un monje zen” Taneda Santoka (Ed. Hiperión, 2004)
-“El monje desnudo” Taneda Santoka (Ed. Miraguano, 2006)

Hace unos dí­as recibí­ un correo electrónico de Vicente en el que me informaba de la apertura un nuevo blog dedicado al tema: “El alma del haiku”. Le pregunté si le parecí­a bien presentar su portal desde Motomachicakeblog y amablemente aceptó cediéndome además la entrevista que os dejo a continuación (se trata de un texto ajeno a esta web pero inédito, espero que os resulte tan interesante como a mi me lo ha parecido).

¿Por qué escribir haikus hoy?

Hoy, como ayer, el ser humano está necesitado de enraizarse en el mundo, de atender a lo que sucede, de registrarlo todo. Somos los que ambicionan hacerse con los instantes. El haiku es un medio tremendamente efectivo para pulir nuestras inconsistencias, para abrir sitio a lo sagrado en nosotros, para adiestrarnos en la Ví­a.

Hay quienes afirman que no se puede escribir haikus si no se es japonés…

Sólo un ignorante podrí­a afirmar tal cosa. Nosotros no tenemos menos corazón que los japoneses ni menor necesidad de educarlo. Lo que es cierto es que no se puede escribir haikus sin saber lo que es el haiku. El haiku es un arte japonesa, esto quiere decir que para comprenderlo hay que sumergirse en un modo concreto de sensibilidad. Pero, una vez que nos hemos impregnado de esa forma japonesa de estar en el mundo, es válido todo aquello de nosotros que ha sobrevivido a la experiencia. El haiku evoluciona porque no es un arte de museo, y una de sus posibles evoluciones le vendrá de la mano de los occidentales que hayan llegado a calar hondo en él.

Pero, ¿se puede extrapolar la espiritualidad japonesa al mundo occidental?

No se trata de implantar en España la “espiritualidad japonesa”, sino un modo especí­fico de acercarse a lo sagrado, inventado en Japón, cierto, pero no por eso menos universal. Lo sagrado, si es real, no tiene adjetivo. No es “lo sagrado oriental” o “lo sagrado semita”. O es sagrado y entonces es universal, o no es ninguna de las dos cosas, ni sagrado ni universal. He dicho que el haiku era un arte japonés y que hay que sumergirse en la cultura de la que nace, como el flamenco es un arte andaluz y no puede llegarse a la entraña ajeno al lugar que da origen a esa sensibilidad. Pero eso no quiere decir que los japoneses tengan el monopolio del acceso a lo sagrado, ni siquiera a través del haiku. Más al contrario, la sociedad japonesa está muy desorientada respecto al valor de su mundo tradicional, al tiempo que nosotros cada vez más estamos haciendo un haiku limpio y humilde, como el de Buson.

Usted defiende un concepto de haiku japonés. ¿No son válidas otras formas de acceder a esta manifestación poética?

No. El haiku es lo que es. El haiku no es senryí», no es zappai. A veces en Occidente se habla de haiku cuando de lo que se deberí­a hablar es de alguno de esos otros dos géneros. Sólo hay un camino. Como dí­rí­a SantíŽka: Kono michi shika nai. Queremos abrir nuevas ví­as al haiku antes de saber lo mí­nimo sobre qué es el haiku. Tenemos prisa y carecemos de cortesí­a. Así­ no vamos a ninguna parte.

¿Qué le parece el haiku urbano?

Este subgénero no existe en Japón. Se habla de “haiku contemporáneo” y se presupone que hay dentro de él un espacio posible para todo lo que es actual. He oí­do expertos japoneses argumentando que el coche del siglo XX es el carro del XVIII, y que por qué uno merecerí­a entrar en el haiku y otro no. Yo creo que el asunto es si queremos conservar de nuestro mundo los coches, los edificios, los postes eléctricos, el béisbol…, El haiku no es sólo lo que plasma un mundo, sino que también el mundo que quieres plasmar. No es sólo la realidad que te circunda, sino la realidad que quieres preservar. Y es imposible que te emocione, que tengas aware por algo cuya perpetuación no deseas. El haiku no sólo da fe de tu mundo sino que a veces te obliga a cambiarlo por otro, o a huir de él y buscar otro hábitat donde la experiencia espiritual te sea más posible. No niego que existen “haikus urbanos” de una gran calidad y capacidad de emoción, pero hay que tener cuidado con que no sea un consuelo para gentes con una sensibilidad abotargada, cobardes que temen entregarse a la Naturaleza.

¿Se puede enseñar a escribir haikus?

Sí­. El haiku es una técnica. Y, como todas las técnicas, precisa estudio. Los grandes maestros de haiku pulí­an sus haikus durante años y comentaban entre ellos cómo perfeccionarlos. El haiku no es instinto, es elaboración. Pero sólo técnica empleada por alguien sin sensibilidad, o por alguien vanidoso, se nota en seguida si lo que hace es un haiku. Lo que no puede la técnica es anticipar estadios espirituales que aún no has logrado. No puedes fingir estar donde no estás por más técnica que tengas. Porque el haiku no engaña. Es transparente. Para eso tiene la falta de recursos literarios que tiene; para que todo se note más.

¿Qué le parece la relación entre el haiku y las artes plásticas como la pintura o la fotografí­a?

De esto he hablado ya mucho en Haiku-díŽ (Kairos) y El corazón del haiku (Mandala).

¿Hay un renacimiento del haiku en español?

Desde hace unos diez años, gracias a páginas web como El rincón del haiku, se ha producido en castellano una auténtica escuela de haiku. Es algo emocionante ver cómo los esfuerzos no caen en saco roto, y hasta qué punto los que comienzan a escribir haikus se están dejando guiar por su sinceridad y su fino olfato. Desde luego que hay los tí­picos tertulianos de salón, con mucho tiempo libre y demasiada vanidad para reconocer que se han inventado el haiku y se han autoconstituido en maestros antes de haber puesto un pie en Japón, gente que no han encontrado cabida en la literatura occidental y quieren ser maestros en cualquier otro mundo que no les exija tener ningún talento literario. Y se aprovechan de que el haiku ha sido durante décadas tierra de nadie. Pero actualmente es ya difí­cil engañar a las almas cándidas que se acercan al haiku sobre quién sabe y quién no sabe. Estos “falsos maestros” son ya una excepción y están en ví­as de extinción.

¿Qué le parece la situación actual del haiku en español?

Hay que trabajar más. Todaví­a falta mucho. Estamos en la prehistoria. Pero en la prehistoria que ya ha inventado el fuego y la rueda. Es cierto que podrí­a haber cientos o miles de buenos escritores de haiku, con el tiempo que hace que teóricamente se conoce el haiku en España e Iberoamérica. Y no los hay. Pero al menos hay una docena de buenos escritores de haiku en castellano. Estos serán maestros de los que vengan después. Lo importante ahora es poner orden. Esto ha sido hasta ahora un crecimiento tumoral: hay que cortar, sanear y establecer las condiciones de una vida saludable en el cuerpo mí­stico del haiku para que el paciente viva mucho tiempo y siga viajando de aquí­ para allá. Porque el haiku es viajero y le gusta expandirse, pero con disciplina. Sin orden, no hay haiku.

¿Puede innovar el haiku en occidente? ¿En qué dirección habrí­a que ir?

No puede hacer evolucionar el haiku quien no sabe qué es el haiku. La única propuesta seria de futuro es la que parte del presente. í‰se es el problema de muchos autores occidentales de haikus. Que sin haber llegado al haiku actual con todos sus matices, sin conocer apenas la historia del haiku y de sus protagonistas, ya pretenden estar innovando. No basta con haber leí­do un haiku que hable de rascacielos o de béisbol para proponer algo que sirva al haiku de punto de evolución. El haiku tiene su propia historia y hay que recorrerla para llegar al presente y atisbar desde el presente el horizonte. Ni siquiera estudiando a fondo a autores actuales como SantíŽka podemos situarnos en la perspectiva del horizonte. Hay también que estudiar qué se ha hecho, qué ha tenido éxito y qué ha fracasado en el pasado. Es como si pretendiéramos pintar sólo conociendo a Picasso.
La única dirección que puede tomar una propuesta futura de la evolución del haiku es la de una mejor captación de lo real ahí­ fuera. Y la única fórmula, siempre la misma, en Buson, en SantíŽka o en Seishi, es una mayor intimidad con el mundo.

Una vez que se han aprendido todos los procedimientos, todas las técnicas, todas las caracterí­sticas, ¿no habrí­a que desnudarse y acceder al haiku desde la inocencia, desde la pureza?

Sí­. Efectivamente. Pero ¿cuántos occidentales podrí­an decir que “han aprendido todos los procedimientos, todas las técnicas, todas las caracterí­sticas”? Yo no conozco a ninguno. Ni siquiera Blyth o Seiffert. Hay que haber leí­do cientos de miles de haikus para desarrollar el haimi (sabor a haiku). No perdamos de vista que la producción anual de haikus es de un millón de haikus bastante notables. Es una fertilidad tal que ni siquiera desde Japón y familiarizado con la herramienta del japonés se puede abarcar. ¿Quién en Occidente, habiendo leí­do ciento cincuenta haikus de BashíŽ o Shiki, doscientos haikus de Buson, trescientos de Issa o SantíŽka, cien de RyíŽkan y pare usted de contar, quién puede decir que ya conoce el haiku japonés? Probablemente al idioma castellano no se hayan vertido ni siquiera un millar de haikus japoneses… No, hace falta humildad para estar toda la vida aprendiendo. Nuestros haikus no deben tener otra pretensión que ser la palabra que acompañó nuestra ignorancia. La palabra de un caminante que no sabe dónde está su meta… Fertilidad salvaje del haiku. El haiku es una selva que no se termina nunca de recorrer, en extensión, en profundidad… Cuando has acabado la selva de fuera te queda la selva de dentro. Las reglas del haiku, como las de la selva, son sólo reglas para tu supervivencia. No son lí­mites en el sentido de algo que te aliene, sino lí­mites que te hacen posible.

In memory of your visit

Thursday, August 28th, 2008

Haruki Murakami vivió una parte importante de su vida en Kobe y en su obra encontramos ese ví­nculo con la zona constantemente.
Recientemente leí­ “Kafka en la orilla”, donde existe un pasaje en el que dos de los personajes de más peso en la novela hacen una parada en Kobe cuando van de camino a Shikoku. Otro ejemplo más claro lo tenemos en el personaje principal de su obra “Norwegian Wood”, Toru Watanabe, que es un joven estudiante natural de Kobe. Dicho sea de paso, desconozco aún por qué demonios lo tradujeron por “Tokio Blues”, igual pensaron que los beatlemanos somos tan estúpidos que comprarí­amos la novela creyendo que se trata de un libro sobre los Fab Four.
Otra de sus obras más conocidas, “After the Quake”, reúne cinco relatos cuyo único ví­nculo común es el terremoto de Kobe. Y podrí­amos seguir citando ejemplos.

Realmente Murakami vivió en Ashiya, una localidad de la prefectura de Hyogo que queda a unos quince minutos en tren desde el centro de Kobe, un área distinguida dentro de la zona, popular por las exuberantes mansiones existentes en la parte norte (una de ellas es la famosí­sima Yamamura House, cuyo diseño arquitectónico pertenece al mismí­simo Frank Lloyd Wright).

Existe un libro de Haruki Murakami titulado “Henkyou, kinkyou” cuya traducción vendrí­a a ser algo como “Región remota, corta distancia”. Se trata de una especie de diario personal de viajes del propio escritor, no es un libro de ficción, se trata más bien de reflexiones personales motivadas por el entorno en cada momento. Hasta donde alcanzo a saber esta obra no ha sido traducida, por lo que si estáis interesados en ella tendréis que leerla en japonés. El penúltimo de sus quince capí­tulos se llama “Kobe made aruku” (“Caminando hasta Kobe”). Ni que decir tiene que el capí­tulo llamó mi atención especialmente cuando Yito me habló de este libro.

Leer la obra completa en japonés es algo que al menos de momento queda fuera de mi alcance. No obstante intentarlo con algunas páginas puede ser ya algo más factible.

Y el porqué de que Yito me hablase de esta obra os lo cuento a continuación. Hace unas semanas, concretamente un lunes –el último del mes de julio–, fui a parar a una pizzerí­a ubicada en el norte de Motomachi, donde está la avenida Yamanote. El lugar se llama Pizza House Pinocchio, y es ya un emblema dentro de la oferta gastronómica de la ciudad. Hací­a tiempo que querí­a probar el lugar y sin más entré. Mi reloj biológico ha cambiado poquito después de venirme a vivir a Japón y eso se traduce en que normalmente llego por los pelos al “lunch time”, esa franja horaria dentro de la cual el almuerzo es más económico. Hombre, bien visto esto tiene la ventaja de que suelo encontrarme los restaurantes con poquitos clientes.
El caso es que al recibir el pedido en mi mesa la pizza vení­a con un papelito triangular como veis en la siguiente imagen:

Y aquí­ lo veis ampliado:

Me pareció muy curiosa la idea. Realmente han numerado cada una de las pizzas que han pasado por el horno de Pinocchio desde su fundación en 1962. Y la mí­a era la número 1149345.

Como me pareció gracioso guardé el papel para mostrárselo a Yito. Enseguida ella se puso a buscar en sus libros y me enseñó una página del anteriormente citado “Henkyou, kinkyou”. Resulta que el famoso escritor decidió, tiempo atrás, caminar los 15 kilómetros que hay desde Nishinomiya hasta Kobe, tomándose su tiempo y escribiendo algunas notas para su diario personal. No caminó esa distancia en un solo dí­a, pues la intención era rastrear bien la zona para conocerla mejor, decisión que me parece alentadora y que quizás imite algún dí­a.
Una vez en Kobe Murakami se dirige a la misma pizzerí­a, donde tiene el placer de degustar la pizza número 958816. Y a raí­z del curioso papelito comienza a indagar para buscarle un significado al hecho en sí­, lo que le lleva a recordar un tiempo cuando siendo más joven compartí­a la mesa con su chica, recibí­an otros papelillos con otros números y hací­an que el tiempo transcurriese mientras conversando planeaban un futuro que nunca llegó a materializarse. A través de algo tan simple como la sucesión numérica el autor medita acerca de la fugacidad del tiempo y de la inexorable fuerza del destino.

En fin, en el lugar se come bien. Tenéis un link para visitar la página del restaurante aquí­. No puedo aseguraros que la comida tenga un efecto mágico sobre el intelecto de los comensales, pero agradable sí­ que será la experiencia 😉 .

Yokai Attack!

Wednesday, June 25th, 2008

YíŽkai (妖怪) es un vocablo formado por dos ideogramas que significan independientemente “calamidad, embrujar” y “misterio, aparición”. La palabra es traducida con frecuencia por “demonio”, “fantasma”, “duende” o “espectro”, pero según los autores del libro del que hoy os quiero hablar se trata de traducciones tan imprecisas como “guerrero japonés” lo serí­a de “samurai” o “pescado crudo con arroz” de “sushi”. ¿Y qué son, por tanto, los yíŽkai?, pues en palabras de Hiroko Yoda y Matt Alt “se trata de los monstruos más espeluznantes de los que nunca hayamos oí­do hablar”.

Yokai Attack! es un divertido mini-tratado sobre estos personajes, algunos de los cuales son parte de la mitologí­a del paí­s mientras que otros permanecen a la espera de trascender a tan honorí­fica categorí­a y son hoy por hoy leyendas urbanas.

Como su tí­tulo completo indica este librito es una guí­a de supervivencia para extranjeros y de ahí­ parte su planteamiento. Se nos presenta un total de 50 de estas criaturas por medio de detalladas fichas que nos ofrecen una más que variada información como la que podéis ver en esta imagen de ejemplo:

Por lo general a cada yíŽkai se le dedican cuatro páginas donde no faltan ilustraciones, algunas modernas del artista de manga Tatsuya Morino (la que está bajo estas lí­neas, por ejemplo, que corresponde a la ficha de arriba), y otras clásicas (grabados, pinturas sobre paneles, acuarelas, etc.).

No deja de tener gracia el hecho de que la fecha de publicación impresa en esta obra coincide con el jueves de esta misma semana, como si los yíŽkai hubieran hecho de las suyas…

Será distribuido en Europa por Kodansha Europe Ltd. Su precio en Japón es de 1600 yenes. Para más información os dejo este link.
En opinión de Steve Niles, creador de la pelí­cula “30 Days of Night” se trata de una lectura esencial para cualquier fan de los monstruos, el horror y el manga.
Si queréis la mí­a puedo deciros que es un ameno paseo, desbordante de sentido del humor, por uno de los aspectos más extravagantes (¿deberí­a decir “friki”?) de la cultura japonesa. De momento está disponible en inglés.