Archive for the ‘Sociedad’ Category

Kobe Hanabi 2008

Wednesday, August 6th, 2008

Un año más la ciudad de Kobe vistió su cielo de luz y color. Fue el sábado pasado en el Kobe Hanabi Matsuri 2008. Ya he hablado anteriormente en dos ocasiones de esta costumbre en general y de cómo se celebra en Kobe en particular. De modo que está de más que vuelva a repetirme. Se trata de un espectáculo visual, de modo que así­ prefiero mostrároslo: con imágenes.

Los motivos del yukata de esta chica son precisamente fuegos artificiales.

“Haaai, cheese!!!”

Esos llamativos vasos amarillos contienen kakigoori.

El hanabi se disfruta en grupo…

…o en pareja.

Para esta ocasión el Nipponmaru (uno de ellos) estaba abierto al público.

Un modo elegante de admirar el espectáculo, ¿no?

Como elegantes son los andares de esta chica al bajar las escaleras.

Ella espera quizás a su chico, que probablemente estará haciendo cola en algún puesto de comida cercano.

Todos se apresuran, pues el espectáculo está a punto de comenzar y hay que asegurarse un buen sitio.

El estilo a la hora de llevar el yukata… es muy variado…

Como en años anteriores los fuegos artificiales preferí­ verlos desde la terraza con una cervecita:

Umeda JR Station

Tuesday, July 22nd, 2008

El sábado pasado paseando por Nankimachi advertí­Â­ la presencia de un puesto que vendí­Â­a postales. Me acerqué y descubrí­Â­ que eran las mismas que algún tiempo atrás habí­Â­a encontrado en un festival musical, aquellas de las que hablaba en una entrada a la que titulé “善九郎工房 (Zenkyuroukoubou)”. En un primer momento me pareció extraña la ausencia de alguien que se encargase del tenderete, pero lo cierto es que hací­Â­a un calor extremo, últimamente rondamos los 35 grados y esto unido a la humedad es asfixiante. Justo detrás del expositor estaba la puerta de cristal de un negocio de sellos japoneses. Se abrió y apareció el artista con el que aquel dí­Â­a tuve el placer de departir un rato.
Me sorprendió gratamente que se acordara de mi. Me explicó que su amigo es el dueño de la tienda de los sellos y este le cede ese espacio delante del establecimiento durante la tarde de los sábados.
Me mostró unas tarjetas que son reproducciones de viejas fotos que él ha ido rescatando de viejas librerí­as o de la tienda de algún que otro anticuario. Sobre ellas, una vez que identifica el lugar y precisa la fecha en la que fue tomada, escribe algún mensaje breve con una refinadí­sima caligrafí­Â­a y estampa su firma. Seleccionó una de ellas y me la regaló. Es esta que veis a continuación:

Curiosa la estampa: el gran espacio vací­Â­o, los raí­Â­les del tranví­Â­a, los “jinrikisha”, un coche de caballos… Sin duda una imagen que poco tiene que ver con la actual estación de Umeda JR. Se supone que la foto fue tomada en 1920. Ya por aquel entonces era uno de los puntos más importantes del paí­s en cuanto al transporte ferroviario.
Y… ¿cómo es hoy en dí­Â­a la zona? Pues mucho ha cambiado y continúa ese proceso de transformación que parece no vislumbrar su fin. Hace unos dí­as subí­Â­ al edificio ACTY Osaka por segunda vez (edificio que posiblemente ocupa el espacio retratado en la vieja postal) y tomé algunas fotos. Podréis juzgar por vosotros mismos de qué dimensiones fue la metamorfosis de Umeda:

El Yodobashi Camera flanqueado por dos enormes grúas que efectúan obras de la compañí­Â­a JR.

El Umeda Sky Biru, siempre impresionante.

La gran torre de la derecha es el Hankyu International Hotel, uno de los más reputados de la ciudad. El avión que sobrevuela Osaka va camino del cercano Aeropuerto de Itami.

La gran avenida de Ougimachidori (扇町通).

En la lejaní­Â­a se deja ver uno de los sí­Â­mbolos de la ciudad, ¿lo reconocéis?

El edificio de Hanshin Hyakkaten, en cuya azotea encontramos restaurante, cafeterí­Â­a y hasta un pequeño parque de recreo para los más pequeños.

Esta última imagen es de la avenida de “Eki Mae” (literalmente “delante de la estación”).

Wakamono ni mo otoshiyori ni mo

Wednesday, June 18th, 2008

El tí­tulo de la entrada viene a significar algo así­ como “para jóvenes y ancianos”. Creo que le viene como anillo al dedo a la escena que me encontré esta tarde en Sannomiya:

Por cierto, el domingo tuvimos el placer de visionar el filme “Once”, una bonita historia sobre un músico callejero. Viendo esta foto me vino a la cabeza la pelí­cula de nuevo. Recomendable, por cierto.

No country for tall men

Thursday, June 12th, 2008

Siendo franco uno no es precisamente alto lo que se dice alto. Españolito corriente de media estatura. Y la verdad es que no ser un Pau Gasol es algo que facilita mucho las cosas a la hora de vivir en Japón. Como muestra un botón, fijaos en el izakaya que descubrimos el domingo pasado en Kobe, a eso llamo yo un “óptimo aprovechamiento espacial”:

Por cierto, el lugar se llama Munakata y su especialidad es el Umeshu, tienen varias decenas de cocktails a base de licor de ciruela, y algunas comidas también contienen dicha fruta. Un lugar interesante si no padecéis de claustrofobia y si lleváis bien eso de sentaros al estilo japonés 😉 .

Inkan

Tuesday, June 10th, 2008

Seguramente habéis visto alguno de esos sellos que los japoneses usan del mismo modo que nosotros usamos nuestra firma. Existe una versión más artí­stica que pintores y calí­grafos estampan en sus trabajos y que de por sí­ constituyen otra obra de arte.

Siempre me han atraí­do estos últimos y un dí­a encontré en una tienda de “shodo” todo lo necesario para fabricarme mis propios “in”. Además un kit no era nada caro, de modo que me aventuré a probar. Y lo cierto es que el resultado es bastante convincente.

Un sello siempre supone un bonito regalo para un amigo, especialmente para aquellos que de vez en cuando tienen la buena costumbre de usar el correo tradicional. Además ellos siempre sabrán distinguir entre un presente así­ y cualquier otro, pues el tiempo que empleamos en realizar el trabajo es también el tiempo que pensamos en ellos.

Hoy trataré de mostraros cómo hacer un sello. Empecemos por ver los materiales que usaremos:

A la izquierda tenemos tres piedras diferentes. Su precio es muy variado, pero puedo deciros que ninguna de las que aparecen en la imagen supera los 300 yenes. Su aspecto es parecido al del mármol y de hecho jurarí­Â­a que de ese tipo de caliza de trata. Lo que veis a la derecha es una especie de gato hecho con dos tacos de madera (en el centro se les ha practicado un corte en ángulo) que están unidos por medio de dos tornillos con sus palometas para agarrar bien la piedra. No recuerdo el precio de este utensilio, pero no creo que superase los 500 yenes. Finalmente debajo tenemos un estilete de doble punta con el que realizaremos la talla.

Bueno, primero necesitamos un dibujo de los ideogramas o los kana que tengamos en mente para nuestro sello. En el caso de las imágenes que veis elegí­Â­ los caracteres hiragana correspondientes a “A-na” (あな) pues querí­Â­a hacerle un regalito a mi amiga Ana. Yito se encargó de escribir varios tipos y yo escaneé el que más me gustó. Con ayuda de Photoshop estiré el diseño para adaptarlo a la base de la piedra, cuadrada en esta ocasión. Después imprimí­Â­ el resultado pero invirtiendo los colores y volteando la imagen horizontalmente, pues es obvio que tenemos que tallar la imagen en sentido contrario al que aparecerá en el papel (todos tuvimos nuestras sesiones de Barrio Sésamo, ¿no? 😉 ).
Luego coloqué un trocito de papel de carbón sobre la piedra y usé celo para fijarlo bien. Sobre este puse del mismo modo el diseño impreso. Aquí­Â­ podemos ver esta fase del proceso:

A continuación con un lápiz bien afilado rellené la parte en blanco del dibujo y retiré el papel y el carboncillo. El dibujo se ve de manera muy tenue, por eso yo siempre lo repaso con un rotulador permanente de punta fina:

La siguiente fase es la más delicada, aqué­ necesitaremos un poquito de pulso y buen control de la mano, pues a la mí­Â­nima que nos descuidemos se nos va el estilete y nos cargamos el motivo. Mi consejo es tallar con suavidad y lentitud, cavando el surco en varias pasadas. De vez en cuando necesitaremos hacer pruebas sobre papel con un tampón (el que veis en la foto es de una de esas tiendas de todo a 100 yenes):

Una vez que conseguimos la impresión deseada ya tenemos listo nuestro sello. Si quedan imperfecciones siempre podemos suavizarlas con una lija de agua del tipo más fino que encontremos:

Para que nuestra pequeña obra esté siempre bien conservada podemos usar una de las cajitas que encontraremos en las mismas tiendas que venden el resto de los materiales:

Pues ya habéis comprobado, los materiales están al alcance de cualquier bolsillo, el proceso es bastante entretenido sin requerirnos demasiado tiempo y, como dicen los de Master Card, la sonrisa de una amiga no tiene precio 🙂 .

わるい マナー (Warui manaa)

Thursday, May 22nd, 2008

Supongo que siempre ha existido y existirá ese sentimiento de los adultos hacia las generaciones más jóvenes acerca de la educación y los buenos modos, de su determinada carencia o total ausencia según el caso. Siempre parece que cualquier tiempo anterior fue mejor que el presente en este sentido y tristemente pudiera ser que los más veteranos tuvieran mucha razón visto lo visto.

Hoy caminaba por la zona de Kenchoumae, en Motomachi, justo donde se ubica el Instituto de Enseñanza Secundaria de Ikuta (神戸生田中学校). Allí­ los estudiantes habí­an colocado en la valla que circunda el edificio una serie de dibujos, que ellos mismos han realizado, con mensajes que nos recuerdan algunas cosillas importantes que no debemos de olvidar. La cosa va de dibujos últimamente. Aquí­ tenéis una muestra:

“Está prohibido dormir en clase”, no creáis que es algo tan obvio, yo he podido comprobar que esto es de lo más normal por aquí­…

“¿No está usted confundido?”, en referencia a las pintas que se ven por las escuelas (uniformes modificados, peinados poco apropiados, maquillaje, etc.).

“¿Está corrompida la moral?”, más de lo mismo pero algo más esquemático.

“Mantengamos limpia la escuela”, una labor que forma parte de los deberes del estudiante en Japón. Y me parece genial, es un modo de inculcar en los chicos la idea de que lo que es público ha de ser cuidado como lo personal.

“El tren no es tu cuarto”, que se refiere al comportamiento molesto de algunos jóvenes dentro del vagón (usan el teléfono móvil, hablan en voz alta, se maquillan, hacen mal uso de los asientos, etc.).

“¡Vamos a saludar!”, esta se la podí­an aplicar muchos adultos también, por ejemplo algunos de mis vecinos… 😀

“Tiremos la basura”, para algo están la papeleras, aunque dicho sea de paso a veces es difí­cil encontrarlas en Japón.

“Objetos prescindibles”, reprimir el í­mpetu consumista en Japón lo veo dificilillo…

“Prohibido, no respires el humo de la hierba”, clara alusión al rechazo que produce el tabaco en esta sociedad. En este barrio en concreto existen ya zonas sin humo.

Book Vender

Tuesday, May 13th, 2008

Expendedora de “libros” fotografiada en Shinkaichi, Kobe.

Wasuremono

Thursday, April 24th, 2008

El amigo Héctor muestra hoy en su blog un simpático cartel dirigido a los dueños de canes avisándoles de que dejar los excrementos de los perritos en la ví­a pública está prohibido, y les anima a volver a casa con las deyecciones de la mascota.
El pasado domingo vi un aviso muy similar en Kyoto:

Aquí­ el animal está avisando a su dueño de que se olvida algo (“wasuremono” significa exactamente eso, objeto olvidado).

Veo entre los comentarios del post de Kirainet alguna que otra reacción de indignación ante la afirmación del más que obvio hecho de que en gran parte de España no existe el más mí­nimo grado de civismo al respecto. Es cierto que generalizar puede suponer un oprobio contra el justo ciudadano que es la excepción que confirma la regla, pero negarse a aceptar algo tan claro es de lo más pueril.
Japón puede tener numerosos puntos débiles en diversos aspectos de su sociedad, pero en materia de civismo hoy por hoy nos dan una gran lección.

I Want Candy

Tuesday, April 8th, 2008

Ayer estuvimos de nuevo de “ohanami”, esta vez por Ashiya, en un lugar llamado Shukugawa. Como su nombre indica se trata de un rí­o, más bien un riachuelo en esta época, pero que ve como su caudal aumenta con las lluvias del “tsuyu” y con el deshielo del invierno tardí­o. Así­ las nieves del monte Rokko van a parar una vez derretidas a la bahí­a.

La zona es enormemente popular durante la floración del cerezo, pues ambos márgenes del rí­o están flanqueados por estos árboles, algunos de ellos robustos ejemplares que alcanzan ya una edad más que respetable.

Siendo domingo y teniendo un cielo y una temperatura como la de ayer el escenario es propicio para la fiesta. Pasear por allí­ y ver a tantí­sima gente disfrutando de un modo tan sano deja a uno con el espí­ritu algo renovado.

Como es habitual en mi hice trabajar a la pequeña IXY, de modo que en cuanto tenga un ratito subiré al blog algunas fotos.
Hoy os daré un bocadito de lo que fue el paseo.

Resulta que existe en Japón un grupito de chicas que dicen ser admiradoras de Marie Antoinette. Al parecer no lo son a raí­z de la pelí­cula de Sofia Coppola sino que la cosa viene de más atrás. De hecho uno de los “shojomanga” más populares de todos los tiempos es “ベルサイユのばら” (La Rose de Versailles), de Ikeda Riyoko, al que la misma Yito es muy aficionada.

Pues í­bamos caminando por Shukugawa cuando nos topamos con un grupito de ellas:

Aquí­ la veis más de cerca:

Las chicas accedieron amablemente a posar, y de hecho me da la impresión de que tení­an más que estudiada la manera de hacerlo (poned especial atención en sus mascotas):

Más tarde, cuando ya hací­amos el camino de vuelta hacia la estación de tren volvimos a verlas junto a uno de los numerosos puestos de “takoyaki” que suele haber en cualquier evento al aire libre que se celebre en la zona de Hanshin:

Shoko y Ryota

Wednesday, April 2nd, 2008

“Deseo” “ねがいこと”

Ojalá sigamos así­ de enamorados por siempre.
Ojalá algún dí­a nos casemos y seamos felices.

(Esto de arriba lo escribe la chica, Shoko)

Shokotan, que seas siempre así­ de alegre y bonita.

(Y esto otro lo escribe su chico, Ryota)

“Ema” fotografiado en el santuario de Ikuta, en Kobe.

El corazón de madera con el mensaje romántico escrito en él es un “ema” (絵馬). En cualquier santuario sintoí­sta que visitemos encontraremos estas tablitas de madera.
Para entender su origen es necesario fijarse en los dos ideogramas que componen este vocablo: “絵”, que significa “dibujo” y ”馬”, que significa “caballo”. Ocurrí­a en la antigíŒedad que los caballos eran entregados como ofrendas votibas votivas por los fieles en los templos sintoí­stas. La costumbre llegó a alcanzar tal auge que para los sacerdotes “kannushi” (”神主”) llegó a un punto en el que era imposible atender tantas oblaciones. Finalmente hubo que optar por sustituir a los animales por unas tablillas de madera con la forma de un équido o simplemente un dibujo de este. Con el tiempo las formas se diversificaron, incluso cada templo le fue dando una forma personal caracterí­stica en algunos casos.

Si tenéis la ocasión de visitar uno de estos santuarios y entendéis un poquito de japonés os resultará interesante curiosear los negaigoto de los fieles. Además dependiendo de la época los deseos serán de un tipo determinado, así­ tendremos cientos de “ema” amorosos en San Valentí­n u otros pidiendo fortuna en los exámenes en época de evaluación escolar, por ejemplo.

Estos ratoncillos también estaban en Ikuta Jinja:

Aquí­ dos chicas escribiendo su negaigoto en el mismo santuario:

Más “ema”, estos en Hieizan, en Otsu, prefectura de Shiga:

Aquí­ curioseando junto a mis buenos amigos Mari íngeles y Paco, en Itsukushima Jinja (fijaos en que estas tablitas muestran el famoso torii de Miyajima):

Y en Kiyomizudera, buscando la sombrita: