Al despertarme hoy y ver el soleado día con que este miércoles de junio nos obsequiaba pensé que sería una pena desperdiciarlo quedándome en casa. Claro que las temperaturas me hicieron vacilar, pero ¿qué clase de sevillano se echaría atrás por algo más de 30 grados?
No tenía nada en concreto en mente, de modo que, como dicen por aquí, “burabura aruki wo shimashita” (anduve por la ciudad sin rumbo fijo, callejeando). Así me topé con la Kawasaki de la imagen, que una hora más tarde me volví a cruzar en un lugar diferente y con su dueño montado en ella.
Si hacéis click sobre la imagen la podréis ver ampliada.
¿Qué os parece?