Vissel Kobe vs. FC Tokyo

May 2nd, 2007

El sábado pasado asistí­ por primera vez a un partido de la J-League, la liga de fútbol profesional japonesa. En esta temporada el equipo de la ciudad, el Vissel Kobe, ha vuelto a la división de honor, aunque en esta ocasión cuenta entre sus filas con menos estrellas que en otras ocasiones (aquí­ jugó tras el Mundial de 2002 el turco Ilhan Mansiz y unos años antes, en la temporada 96-97 jugó el mismí­simo Michael Laudrup, también llevó la camiseta de este equipo el camerunés Patrick Mboma). Entre los jugadores de más renombre están este año el recién llegado de la liga española Okubo (que jugó en el Mallorca) y Miura (un clásico de la selección nacional nipona).

El Vissel se medí­a contra el FC Tokio, según me dicen el equipo con la afición más “occidentalizada” de todas. Este equipo traí­a a una estrella que jugó el pasado mundial en las filas de la selección de Costa Rica, el delantero Paulo César Wanchope, que con metro noventa y tres de estatura no deja de ser un espectáculo en esta liga. Quizás algunos le recordaréis por su discreto paso por el Málaga C.F., aunque su mejor etapa la pasó en Inglaterra.

El partido fue, para ser honestos, aburrido (empataron cero a cero), pero el hecho de estar en el Wing Stadium mereció la pena. Además las entradas tienen precios bastante razonables, yo pagué 2000 yenes por un asiento en fondo.

El estadio tiene capacidad para 42000 espectadores, aunque llenarse lo que es llenarse supongo que es algo exclusivo de eventos en los que un equipo extranjero viene invitado (el último que recuerdo que vino fue el Lazio de Roma). En partidos de la J-League suelen entrar entre 9000 y 12000 espectadores.
El orden, la organización, el perfecto estado del estadio (limpio en la zona del graderí­o y una alfombra en el terreno de juego), etc., dan que pensar. Pero, claro, alguien acostumbrado a entrar en campos como el Benito Villamarí­n no tardará en echar algo de menos, se trata de fútbol con fair play en todos los estamentos, pero descafeinado en todos y cada uno de ellos.

Eso sí­, las aficiones no paran en ningún momento de animar a sus equipos. Demasiada exquisitez, puesto que se aplaude cualquier jugada, incluso las del rival. Pero no deja de ser interesante la entrega de estos supporters.

Esta es la afición del Vissel:

Y esta la del FC Tokio:

Ambas llegaron al estadio en los mismos trenes de metro y sin el más mí­nimo problema.

El dí­a se portó de lujo en lo referente al tiempo, pero el sol pegó un poco fuerte y nos movió hacia la parte superior de la grada en el segundo tiempo:

Finalmente os muestro un video en el que podéis escuchar a las dos aficiones en una lucha de cánticos a pocos minutos del comienzo del encuentro:

¡Ah, Ryota, muchas gracias por la camiseta del Vissel!!! 😉

Motoko 3

April 28th, 2007

Hace tiempo os mostraba algunas fotos de Motoko 3. Es un lugar que suelo frecuentar porque siempre encuentra uno algo nuevo y barato. Ayer pasé por allí­ con la excusa de comprar carcasas de DVD, porque es el lugar donde más baratas están esas cosillas.
El caso es que los comerciantes de Motoko Town le están tratando de dar un aspecto algo más cuidado al lugar, sin dejar perder por ello un ápice de “solera”.

Ayer accedí­ a Motoko desde la parte de Motomachi más cercana a Kenchou Mae. Allí­ una pequeña escalerita nos adentrará en las “sombras” de Motoko ;-):

Nada más entrar nos recibirá el olor de una tiendecita de takoyaki. Si queréis un consejo no os dejéis engañar por el aspecto cutre del establecimiento, porque en estos lugares es donde encontraremos los mejores sabores:

Este es el pasillo por el que entré, que atraviesa Motoko perpendicularmente (Spiderman haciendo de las suyas otra vez por este blog…):

Las paredes suelen mostrar la cara más underground de Kobe, con graffitis y carteles de conciertos, gente que busca miembros para formar grupitos, etc.:

Me llamó la atención este cartel, de una chica que al parecer busca gente para formar un grupito para cantar 伝統軍歌 (canciones militares tradicionales). Ella pide que no la confundan con los grupitos ultranacionalistas que pululan por Kobe de vez en cuando con furgonetas oscuras cubiertas de kanjis y banderas militares, pero la verdad es que la chica da un poco de mal rollete, “hay gente pa tó”:

Estas son botitas de goma para niños, a 1200 yenes el par, molan o no molan?:

En Motoko 3 no faltan lugares para tomarse una copita, un buen café con un buen pastel, mini restaurantes de curry, katsudon, etc., etc.

¿Alguien colecciona discos de vinilo?, porque los hay a montones y nada caros. Además está bastante bien cuidados. También venden guitarras acústicas y eléctricas usadas:

Lo dicho, si podéis no dejéis de pasaros por Motoko Town, pero hacedlo con tiempo porque hay mucho que ver!, y esto sólo es Motoko 3, hay seis tramos más!!!.

Shiro Kuro VIII

April 25th, 2007

Andaba jugueteando con el Photoshop y con unas fotos que saqué el pasado domingo. Experimentando con un filtro llamado “Color halftone”, dentro de los del grupo denominado “Pixelate”, conseguí­ un nuevo efecto (nuevo para mi, claro), así­ que os muestro algunas de esas fotos hoy y de paso os invito a pasear por Motomachi y Sannomiya.

El domingo estuvo gris el dí­a, con lluvia y bastante humedad. Abril no es diferente aquí­.
Creo que esta vista de la Kobe Tower no es la primera vez que os la muestro, aunque creo que en blanco y negro sí­. Es parte de mi camino diario:

En el mismo cruce del shotengai pero mirando hacia el norte encontramos el ferrocarril de la JR. Una zona interesante para explorar en busca de nuevos sabores en minúsculos restaurantes:

El edificio del fondo es parte de las oficinas centrales de la policí­a de Hyogo. Me gusta este lugar, con el restaurante alemán de la esquina. Justo enfrente hay un club de jazz llamado “Just in time” que bien merece una visita si andáis por allí­ cerca.

Le mostraba esta foto Julepe hace un par de dí­as y me decí­a “no sé por qué pero me recuerda Evangelion”. La verdad es que uno está tan acostumbrado a ver estos postes de alta tensión por las calles que lo único que me pueden recordar es como se mecí­an sus cables durante el primer terremoto medio serio que viví­ por acá hace ahora dos años y medio:

Alguna que otra vez comentaba lo curioso de la distribución de los diferentes establecimientos comerciales en algunos edificios. Cuesta hacerse ver y los neones se amontonan para competir por los posibles clientes:

Más cerca de Sannomiya, en Tor Road, está este paso de peatones. Es habitual encontrar pasos de cebra con las lí­neas en diagonal por Japón:

Un alto en el camino para tomar un capuchino con el mejor pastel de queso que he probado en Japón. La cafeterí­a se llama “Voice” y es un sitio ideal para escuchar jazz directamente desde el vinilo amplificado por válvulas de equipos de alta fidelidad retro. Por cierto, podemos comprar ese tipo de equipos en la tienda anexa, “Radio Days“.

En los bajos de la galerí­a comercial de Sannomiya son muchí­simos los lugares entre los que podemos optar para un buen almuerzo o una temprana cena. El de la foto es un pequeño establecimiento famoso por su Shabushabu, un tipo de carne (suele ser de ternera aunque también se sirve carne de cerdo) que está cortada en tiras finí­simas y que se cuece con agua hervida. Este lugar en concreto se llama “岩津屋” (Iwazuya):

Este es uno de los múltiples izakaya de Motomachi. Hay dos o tres que presentan un aspecto de lo más retro, mucho más auténticos que los que están junto a las estaciones del centro:

Y por variedad que no quede, aquí­ tenemos un coreano:

Quizás sea por haber vivido siempre en Sevilla, una ciudad donde los edificios altos brillan por su ausencia, que a veces cuando alzo la mirada más allá de los noventa grados me encuentro con nuevos puntos de referencia, a veces tan simples y peculiares al mismo tiempo como este edificio que vemos en la imagen:

Su dueño está orgulloso de ellos, que son bastante populares por la zona. De hecho en la esquina se puede ver un dibujo de uno de ellos. Siempre van ataviados de esa guisa:

Otro de los callejones que llevan al shotengai. Donde vemos el ideograma “占” (uranai) hay un pequeño local dedicado a la adivinación. Os puedo asegurar que hay muchí­simos de ellos:

La señal dice “止まれ” (pare) y allí­ está ella parada:

Y para acabar por hoy esta foto de uno de los Ufo Catcher del shotengai ;-):

New release

April 21st, 2007

Hoy estuve un rato echando un vistazo en la tienda de HMV que hay en Sannomiya. En una de las paredes del establecimiento hay información sobre las fechas de salida y precios de los nuevos álbumes. Me resultó gracioso encontrar a David Bisbal allí­, con su album “Oye el boom”. A la derecha del tí­tulo del CD está escrito en japonés “太陽の貴公子” algo así­ como “el prí­ncipe del sol” (a ver si alguien que siga al artista sabe decirme si ese sobrenombre es algo que viene desde España, aunque la verdad es que me suena a epí­teto mariconil con sello nipón de denominación de origen).
Para ser honestos a mi la música de este chico no me dice nada, pero aún así­ cuando le veí­a hablando en televisión me caí­a simpático. Pues eso, que tal y como está el panorama musical al menos me alegro de que si hemos de tragarnos pachangas que triunfen las de un andaluz.

Kobe Roman

April 19th, 2007

Un “shashinshuu” es un libro de fotografí­as. En Japón son bastante frecuentes estas publicaciones en las estanterí­as de las grandes librerí­as. Los temas más usuales son aquellos que exaltan la belleza del paisaje japonés en las diferentes estaciones. De este modo veremos, por ejemplo, cientos de libritos de Kyoto durante la floración del sakura o en el momento en que las hojas del arce se tornan rojizas. Kyoto, Nara, Himeji, lugares como estos son los más habituales en estos libros, por ello me sorprendió gratamente encontrar esta semana un shashinshuu dedicado a Kobe, y por si fuera poco con texto bilingíŒe, en japonés e inglés.

Su autor es Sakamoto Norio, periodista y fotógrafo de Osaka que durante tres años estuvo sacando fotos por Kobe y sus alrededores para este libro que hoy nos ocupa.
Un aspecto interesante de estos shashinshuu es su precio, que suele rondar los 1500 yenes (1600 pagué por este en concreto), y el papel es de una calidad que bien merece esa pequeña cantidad.

He intentado escanear algunas fotos pero reconozco que una de mis maní­as insalvables es la de cuidar los libros, por lo que abrir en exceso un libro nuevo me parece poco menos que un crimen. Además las páginas tienen una textura que hace que al contacto con el cristal del escáner resbalen fácilmente, y me ha costado digitalizar las tres que hoy os muestro. Es curioso que en muchos de los lugares que aparecen en este libro tanto Sakamoto Norio como yo hemos coincidido colocando nuestros objetivos.

Esta es la portada del libro:

Y esta es una foto que yo tomé en el mismo sitio en marzo del pasado año:

Esta esfera está junto a las oficinas de Mitsui Sumitomo en Sannomiya:

La casualidad quiso que yo tomara esta otra foto tres dí­as antes de comprar el libro (el de la bicicleta soy yo :-)):

Esta imagen fue tomada en Kitaku. Son niños que celebran una festividad que recuerda los tiempos en los que los campesinos tení­an prohibido asistir al Kabuki, por lo que ellos mismos representaban obras que lo emulaban:

Mi nuevo juguete

April 18th, 2007

Siempre quise tener un cacharro de esos que hacen que una guitarra eléctrica suene como debe. Desde que me traje a casa la Stratocaster tení­a en mente ir a por una pedalera medio decentita y la verdad es la maquinita por la que finalmente me he decidido es más de lo que esperaba. Se trata de la BOSS ME-50, de ahí­ mi cara de felicidad ;-):

Prácticamente podemos programar cualquiera de los efectos clásicos, teniendo además un cuarto pedal de expresión que nos permitirá programar otras funciones como Wah-wah u octavador, entre otras.
Si lo que os mola es la distorsión trae hasta 22 diferentes efectos entre Overdrive y Distortion.
Entre los efectos de modulación tenemos Flanger, Phaser, Chorus (tres tipos), Harmonist, Tremolo, Pan, Vibrato, Uni-V y Rotary (que emula a los altavoces giratorios).
En los efectos de delay también hay una gran variedad. Me encanta es Slow Echo y el Space Pan. Muy psicodélico el Reverse, que me recuerda tanto al solo de guitarra de “I´m only sleeping”.
Otras opciones son “Tone Modify”, que le da brillantez al sonido original o incluso emula pastillas humbucking a partir de pastillas de bobinas o viceversa, o incluso puede emular el sonido de una guitarra acústica, y de verdad que lo consigue. La opción “Compressor” añade un sustain increí­ble y la opción de “Threshold” es bastante necesaria para guitarras como la mí­a, que crean ese ruidillo de tierra tan molesto al tener pastillas de bobinas, esta opción lo anula por completo.
En el “Reverb” encontraremos cuatro tipos diferentes: “Room”, “Hall”, “Spring” y “Hold”.
Por supuesto podemos diferentes efectos entre sí­, con lo cual la gama de sonido que podemos llegar a conseguir es amplí­sima.
El banco de memoria nos permite almacenar hasta 30 efectos diferentes.
Por si fuera poco trae un afinador cromático.
Si nos apetece tocar de noche sin molestar al personal ni siquiera necesitaremos un ampli, pues trae un emulador incorporado y con sólo unos auriculares podremos disfrutar de él.

Si os place echadle un vistazo a esta demo ;-).

Visita a Ouji Doubutsuen

April 12th, 2007

A tan sólo dos estaciones de tren desde Sannomiya en la lí­nea Hankyu se encuentra Ouji. En esta tranquila parte de la ciudad de Kobe se encuentra uno más de los atractivos de la ciudad (que no son pocos), el Zoológico Municipal Ouji.
Para acceder a Ouji desde Sannomiya tan sólo tendremos que adquirir un boleto de tren de 150 yenes. Los trenes de la compañí­a Hankyu son limpios y cómodos. Sus asientos suelen ser panorámicos. El trayecto es breve, salimos de Sannomiya, pasamos por Kasuganomichi y nos bajamos en la siguiente parada, Ouji. Desde allí­ seguiremos las indicaciones que nos llevarán a la puerta del Zoo, no hay pérdida posible.
Personalmente he hecho este camino muchí­simas veces en bici, e incluso dirí­a que se puede hacer caminando, pero si vení­s por aquí­ de vacaciones imagino que agradeceréis el transporte del tren.
Una vez en la puerta sacaremos nuestro ticket de entrada en una de las máquinas habilitadas para tal fin. El precio de la entrada para adulto es de 600 yenes.
Por cierto, el zoo abre de 9:00 a 17:00 desde marzo a octubre y de 9:00 a 16:30 desde noviembre hasta febrero.

Una vez entramos tenemos que decidir nuestra ruta para la visita. En el panfleto que encontraremos en la entrada podemos ver la ruta recomendada. Sobre el tamaño del recinto puedo deciros que no es precisamente pequeño.

Una vez entramos tenemos que decidir nuestra ruta para la visita. En el panfleto que encontraremos en la entrada podemos ver la ruta recomendada.

Quiero aclarar que visité el lugar el pasado domingo y se daban dos condiciones de excepción para que me encontrase el zoo tan lleno de personas como estaba: era el último domingo de vacaciones para escolares y universitarios antes del comienzo del nuevo curso (que en Japón comienza en abril) y por otra parte hací­a buen tiempo y los cerezos, que se cuentan por cientos en este parque y que son razón extra de su fama, estaban en el cenit de su floración. Era el lugar perfecto para el Ohanami.

Una cosa que nos llamará la atención es la existencia de un parque de atracciones dentro del zoo. En el mismo sitio hay un restaurante para los que lo prefieran a las múltiples zonas habilitadas para hacer picnic.

Esta zona estaba el domingo llena de padres con sus pequeños. Y se veí­a que disfrutaban de lo lindo:

Las cabinas de la noria que allí­ están decoradas conforme al lugar al que pertenecen:

Y todo ello rodeado de pétalos rosados:

A esta abuela le colocaron un doble tocado; seguramente estaba esperando a sus nietos, que estarí­an en una de las atracciones del parque:

Con esta chica hice un intercambio de instantáneas:

Y lo que os comentaba del ohanami, por todas partes habí­a gente almorzando bajo los árboles, como esta parejita:

Y bueno, los animales, qué maravilla ver tanto colorido, aunque sea triste verlos en esas jaulas. Los flamencos (furamingo):

El panda (hay dos en calidad de préstamo del gobierno de China y se supone que habrán de ser devueltos en el año 2010):

Elefantes (sou):

Se da la circunstancia de que en este zoo está el paquidermo más viejo de todo Japón, Suwako es su nombre, nacido en 1943:

Nos acercamos al lugar donde están las focas (ashika), donde los visitantes también hací­an picnic, como vemos en esta foto:

Las focas estaban un poco perezosas:

En otra parte, más al norte del zoo, las jirafas (kirin) se comí­an los pétalos del cerezo ante la mirada atónita de los presentes:

La presencia de algunos eucaliptos delatan la ubicación de los koala, animal perezoso donde los haya:

A ver si alguien me refresca la memoria y me recuerda qué animal es este:

El oso polar (hokkyokuguma) es el que parece tolerar de peor manera un clima tan diferente al natural en su hábitat:

Cerca de las jirafas este padre buscaba el enfoque adecuado para sacar una buena foto de su mujer y su hijo, gran pose la suya :-):

¿Será este el primo de Ramón?, aquel lince que nos cantaba Kiko Veneno…:

El rinoceronte (shirosai) macho afilaba su cuerno usando la pared de su recinto:

Esta mamá canguro llevaba en su bolsa a una crí­a y por tanto estaba separada del resto. Es increí­ble ver a estos animales saltar, qué fuerza:

Y hablando de fuerza en las piernas, el avestruz (dachou), menudo bicharraco:

Me gusta esta foto, más por la expresión de la chica que miraba por la ventana que por la nutria (kawauso) que era observada:

Y sobre cristales y contraluces…:

En la zona del zoo conocida como “el mundo de los niños” hay animales con aspecto más dócil. Algunos incluso pueden ser tocados por los pequeños:

Muchos peques por allí­, fijaos en este chico llevando a su hermanito en el carrito:

Tras la cascada se adivinan dos pequeñas siluetas:

Este cabritillo (hitsuji), muy manso, se dejaba acariciar por un grupito de niños:

A este pavo real (kujakuoshidorikamo) tuve la suerte de captarlo mostrando todo su esplendor:

Y finalmente os muestro algunas de las fotos que tomé junto a la casa del cazador, en el extremo noreste del zoo.

Simpática esta foto del papá fotagrafiando a sus nenas, todos muy conjuntados y a juego con el paisaje primevaral:

Preciosas las raí­ces de este cerezo:

Aquí­ los pétalos del cerezo sobre el estanque de los nenúfares, esos de los que hablaba Rubén Darí­o, aunque no los habí­a visto nunca…:

Kobe Crystal Tower

April 10th, 2007

La Kobe Crystal Tower es uno de los edificios más altos de la zona. Lo tengo bien cerquita, se ve desde mi terraza. Su construcción terminó en el año 1993, dos años antes del terremoto. Mide 135 metros y tiene 32 plantas. Conozco a bastante gente que trabaja en muchas de sus oficinas.
Su aspecto es bastante llamativo pues está recubierto de cristales que son espejos translúcidos de color azulado. Estos paneles reflejan la luz del sol con una fuerza impresionante, lo que hace que si paseamos por los aledaños en un dí­a soleado notemos una claridad deslumbrante.
Los cristales están siempre limpios y el motivo de ello lo pude comprobar el pasado viernes, cuando vi a unos operarios del servicio de limpieza en plena tarea. Bueno, no quisiera yo tener que hacer ese trabajo, y eso que este es de los edificios más normalitos, en Osaka y en Tokyo no quiero ni pensar como será este oficio…

Aquí­ os dejo un video para que os hagáis una idea de la altura desde la base:

Ayer estuve haciendo muuuuuchas fotos y estoy preparando algunas de ellas para mostraros un post muy primaveral. Se trata de un lugar de Kobe inédito en este blog. A ver si mañana lo puedo subir :-).

Cerezos y granizos

April 5th, 2007

Me quedé con las ganas hace dos dí­as de pasar más tiempo por las calles de Kenchou Mae, aquellas que veí­amos en el anterior post, donde los sakura. Hoy tuve un ratillo y de vuelta a casa me pasé por allí­. Estamos en abril, y ya se sabe, aguas mil. De momento esta mañana amaneció gris y con algún chubasco, y las temperaturas recordaron el invierno al mercurio y de paso a mi también. Hace un rato miré el termómetro del aire acondicionado y marcaba 6 grados en el exterior.
Pues dejé mi bici junto a una escuela que hay junto a la estación de Motomachi y subí­ hacia el viejo Edificio de Oficinas Prefectural de Hyogo (兵庫県公館).

En la calle que sube hasta este lugar hay algunos árboles que están ahora cercanos al 100% de su floración.

Y en eso de sacar fotos estaba yo cuando de repente me cayó un impresionante aguacero con granizo incluí­do. Más vale una imagen…:

Andaba yo sin paraguas, pero la verdad es que cuando uno tiene una calle como esta ante sus ojos lo último en lo que uno piensa es en la lluvia, que al fin y al cabo no es más que agua. Me quedé embobado mirando los colores de los árboles de la zona. Una pena que la imagen no muestre esa gama de tonalidades con la exactitud de la realidad.

Esta última foto que os muestro hoy es de un pequeño parque que curiosamente fotografié hace justo un año, y me acabo de dar cuenta al ver la fecha de aquel post.

Cerezos del Lunes Santo

April 3rd, 2007

La primavera se va dejando sentir, aunque el dicho de “abril aguas mil” no es exclusivo de España, aquí­ se cumple igualmente, pero hoy el tiempo nos ha dado una tregua. Eso sí­, ha llegado una nube de “kousa”, una arena finí­sima que viene desde China y deja el horizonte con un tono entre amarillento y rosado. Se supone que serán un par de dí­as más con la nubecilla encima.
Pero decí­a que la primavera se comienza a manifestar, y lo hace como mejor sabe, haciendo florecer a los cerezos y a algún que otro ciruelo tardí­o.
Hoy me permití­ un mini-paseo por Kenchou mae, en el norte de Motomachi. Estoy harto de pasar por allí­ pero nunca lo habí­a hecho en plena época del sakura.
En fin, os dejo algunas imágenes de lo que se puede ver por allá.

Me gusta esta foto, yo pretendí­a sacar al cerezo con la chica fotografiándolo y ella pretendí­a lo mismo:

Aquí­ un detalle del mismo árbol, querí­a captar a una abeja que estaba libando en las flores pero se escondió…: