Siempre he pensado que buscar un libro en un lugar como Junkudo, con varias plantas repletas de estanterías llenas de pequeños libritos, todos con su lomo lleno de ideogramas, podría llegar a ser una tarea digna de dedicarle una nueva licenciatura entre los estudios para extranjeros que ofrece Japón.
Hasta la fecha siempre que me había visto en la necesidad de buscar un libro había recurrido a mi intuición (que no tiene una fiabilidad demasiado alta pero suele sorprenderme de vez en cuando, ni Luke Skywalker ni Lola Montero) o al clásico método de preguntar (aquí lo normal es que si a cualquier persona del staff le damos algún dato con un mínimo de concreción, el libro acabe por aparecer en manos de dicha persona, a diferencia de, por ejemplo, lo que ocurre con El Corte Inglés, por poner un ejemplillo que me viene a la cabeza…).
Pero lo cierto es que no quiero que llegue el día en que yo pise la librería Junkudo y vea como el staff ante mi presencia corra despavorido a buscar un lugar en que ocultarse, de modo que el otro día me aventuré a usar una de las nuevas máquinas que han colocado allí para localizar libros.
Aquel mismo día había estado almorzando en un restaurante de Nankinmachi cuyos dueños, un matrimonio mayor, siempre me honran con su cálida conversación mientras a mi plato no deja de llegar comida, son amabilísimas estas personas, de verdad. Su restaurante se llama So-Hey, pero les dedicaré un post enterito a ellos, como se merecen.
El caso es que me hablaban de un artista amigo de ellos, llamado Narita Ittetsu, que hace dibujos en blanco y negro de bares y restaurantes de todo Japón. Recientemente ellos recibieron de este artista un dibujo de su propio restaurante, dibujo que está colgado de la pared, tras la barra.
Me llamó la atención gratamente y decidí comprar algunos libros de Ittetsu, así que esa iba a ser mi búsqueda en Junkudo.
Una vez en la tienda me dirigí a una de esas máquinas que antes os comentaba. Son de pantalla táctil. Seleccioné la entrada de caracteres romaji e introduje el nombre del libro en cuestión: “To the Bar”, y rápidamente me apareció el resultado de la búsqueda. Aparecían dos tipos de ediciones, una de prestigio con pasta dura y otra de bolsillo. Pulsé sobre la de bolsillo y obtuve toda la información que a continuación imprimí en el papelito que vemos a continuación (hay unas pequeñas impresoras dispuestas para uso de los clientes):
Lo que aparece arriba es un mapa de la segunda planta y la parte negra es donde se encuentra el libro. Después bastará con mirar en la editorial y dirigirnos al lugar señalado en el mapa. Buscamos en el lateral de las estanterías, donde en letras bien grandotas están escritas las editoriales que contiene cada una de ellas. En mi caso era Asahi Bunko, en japonés 朝日文庫, ¿veis estos ideogramas en el papelito?, pues a su derecha hay un kana, concretamente な. Los kana tienen un orden como nuestro alfabeto, y ese orden se usa por ejemplo en los diccionarios del mismo modo que nuestro abecedario. Pues en estas estanterías es exactamente lo mismo, así que cuando llegamos a los libros marcados con ese kana sólo hemos de buscar el código que aparece marcado en el papelito a la derecha de な, que es el 25-1, y ese es nuestro libro.
Aquí veis un detalle del lomo del libro:
Esta es la portada:
Y la contraportada, donde vemos como el ISBN coincide con el del papelito, por supuesto:
Si tenéis interés en conocer algunos de los mejores bares de Tokio, Osaka, Kobe y Kyoto este librito es una guía perfecta.