Kaigan Douri es la calle que está más al sur del centro de Kobe, junto a Meriken Park. Hoy pasaba por allí al atardecer y saqué algunas fotos de los edificios que aún nos muestran el viejo estilo arquitectónico. Algunos de estos edificios ya incluso se fusionan con el nuevo estilo.
Kobe llegó a ser el segundo puerto más importante del país pero la historia ha sido dura con esta zona, los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial hicieron estragos sobre el puerto, principal objetivo de las bombas aliadas (en un principio, después el resto de la ciudad y la población civil recibieron una gran oleada de bombardeos de napalm y magnesio cuando el puerto estaba destrozado). Después, hace ahora casi doce años, el gran terremoto de Hanshin dejó el puerto muy mermado. En la actualidad parece que poco a poco se ve una recuperación importante.
Esta es la avenida de la Kaigan Douri, mirando hacia el este:
Y aquí vemos lo que os comentaba de la fusión de lo viejo y lo nuevo:
Muchos de estos edificios formaban parte de la actividad portuaria de la ciudad. Actualmente son oficinas y alguna que otra empresa sigue operando en el puerto, por supuesto, pero en los bajos ahora hay tiendas de moda, cafés y restaurantes.
Esta es una bonita esquina de un edificio que ahora pertenece a Mitsui Sumitomo, la gran empresa de banca:
Por allí podemos ver el edificio de Docomo NTT, la empresa de telefonía móvil de momento líder, con una gran antena repetidora en lo alto:
Y la Kaigan Douri mirando hacia el oeste (más o menos por allí donde está el logo de Bridgestone, un par de calles paralelas a la avenida, estoy yo ahora mismo escribiendo estas líneas):
Finalmente os pongo una foto tomada en la misma zona, no es nada especial, simplemente el atardecer en Kobe en la primera tarde del año en la que hemos podido sentir el otoño, que ya era hora!:
Mientras muchos esperan el lanzamiento de nuevas plataformas de videojuegos como Playstation 3, otros muchos sentimos algo de nostalgia de aquellas pequeñas maravillas que fabricaban Bandai y Nintendo (ay, aquellas Game&Watch…). Ni DVD-ROMs, ni Blueray Discs, ni Memory-cards, ni historias, dos pilas de botón, cristal líquido monocromo y musiquilla desde un beeper.
Si las echáis de menos siempre podréis encontrar algunas en perfecto estado de salud en algunas tiendecillas de Japón.
Las que aparecen en la foto son de Bandai, de izquierda a derecha y de arriba abajo están Gekigen U-Boat, Kyofu no mujintou, Daidassou, Tengoku & Jigoku, Daijishin, Cross Highway, Dr. Dental, Hamburger Shop, Dr. Dental (otra vez, hay tres de esta!) y la última perdonadme pero soy incapaz de leer el título…
Los momentos más tristes también se convierten algún día en recuerdos.
Hace unos días decidí comprar algunos manga para ir cogiendo práctica en esto de la lectura en japonés, pues tras una temporadita ya en Japón me doy cuenta de que es uno de los mejores métodos para hacer efectiva la interiorización de los ideogramas, así como de muchas expresiones que nos serán útiles en el lenguaje verbal. No aspiro a conseguir tener una comprensión total de los textos, sería equivocarme creo, pero estoy convencido de que si elegimos lecturas de un nivel apropiado para cada uno de nosotros, conseguiremos nuestro fin.
Estuve en la librería más grande de Kobe, que es la tienda de Junkudo en Sannomiya. La sección de manga es lo suficientemente grande como para que alguien tan ajeno a ese mundo como yo se sienta totalmente perdido. No es que odie eso de los comics japoneses, pero reconozco tener poco conocimiento del tema más allá de los clásicos archiconocidos por todos en España.
Buscar un cómic aquí, sin embargo, puede ser al mismo tiempo un placer pues encontraremos manga sobre cualquier tema que podamos imaginar, es increíble. Por poner un ejemplo, si os gusta la música no sólo encontraréis comics sobre el tema sino que hay un manga por cada instrumento, con temática propia para chicas y para chicos.
Como os decía mi propósito era conseguir algo que no fuera demasiado complicado, pues eso sé que acabaría por desanimarme antes de empezar :-). Una pega que pondría es que los libritos vienen todos retractilados parcialmente de manera que no podemos examinar su contenido. Se me ocurren dos razones para ello: una es que entre los lectores de manga hay un tipo de persona a quien le gusta conservar en todo momento sus comics en perfecto estado, y otra razón, quizás más importante, es que en Japón mucha gente se dedica a matar el tiempo leyendo en este tipo de establecimientos sin pagar.
Tras dar muchas vueltas encontré algo que más o menos cumplía con lo que buscaba y además tenían un ejemplar de muestra, algo de agradecer. Compré un ejemplar de “Sanchoume no yuuhi”. Y os hablo ahora de este manga del que os muestro la portada:
Se trata de un cómic que no es nuevo, tiene ya unos cincuenta años. Su autor es Saigan Ryouhei, y consiguió hacer popular las historias de varios personajes que tienen en común un barrio, en el gran Tokyo de la posguerra. Son breves historias muy entrañables que nos muestran el lado más humano de estos personajes. Para esta reedición se han elegido las mejores historias de entre un total de cincuenta y dos. El librito que yo compré contiene dieciséis de ellas. En la contraportada aparecen los títulos de estos capitulitos:
El dibujo dista mucho, por supuesto, del estilo actual del manga. A mi me resulta muy simpático. Os muestro un par de páginas para que ustedes mismos juzguéis:
(Página 18)
(Página 19)
Sin duda es ideal para aquellos lectores interesados en aprender algo sobre tradición y cultura en Japón, los temas tratados son como os decía tan humanos como cotidianos, un reflejo de una sociedad que quizás en su fondo no ha cambiado tanto desde entonces.
Casualmente se da el caso de que hace muy poquito tiempo se estrenaba en Japón la película “Always“, basada en este manga. La película ha sido galardonada con la estatuilla de la Academia Japonesa, que viene a ser lo que los Goya en España.
Aún no he tenido la oportunidad de verla, lo haré en cuanto acabe este librito. La verdad es que tiene buena pinta, podéis ver algunos trailers desde la página web del filme:
Si os hacéis un lío con el japonés de la página web oficial os dejo aquí un mini trailer:
En tiendas como Tsutaya podemos encontrar la película y la banda sonora con esta bonita imagen como portada:
Hoy me regalaron algunos pastelitos de Tokyo. Os enseño algunos de ellos, concretamente estas tres galletas de senbei. Es un tipo de senbei conocido como kawara, algo más duro que una galleta tradicional. La presentación me llamó la atención por sus coloridos dibujos hechos a base de azúcar. Lo más parecido que he visto hasta ahora a las galletas Tostarrica :-D:
A veces me encuentro con estos monjes “sou” en mitad de la calle. Algún que otro sábado por la mañana temprano he visto incluso una fila de ellos que caminan con un paso bastante ligerito mientras recitan sutras. Algunos de ellos piden limosna en la calle o en el interior de algunos comercios. La próxima vez que me encuentre un grupito de ellos trataré de grabar un video.
Son fotos de hace un mes, cuando salimos a dar una vuelta en bici sin haber decidido de antemano a donde ir. Cogimos dirección suroeste desde Motomachi y llegamos al mercado de pescado de la ciudad. Cerca de allí encontramos lo que parecía un gran polígono industrial y pedaleando pedaleando llegamos una zona de carga y descarga de grandes mercancías, y frente a nosotros los astilleros de Kobe.
El lugar no creo que lo conozcan muchos turistas, pues no es ni mucho menos una de las zonas que aparecen en las guías, pero los kobekko aficionados a la pesca sí que pasan por allí para pasar la tarde junto al mar y poder llevar a casa algún que otro pescadito para la cena.
El día estaba muy ventoso. Pero hacía sol, creo recordar que era ese viento que precede a la llegada de un tifón.
En esta imagen vemos como al norte quedan las montañas con Sannomiya delante:
En los astilleros había un gran barco, el Ever Steady, enorme, impresionante, no se aprecia su tamaño en la imagen:
Otra imagen con el sol ya cercano al ocaso:
En la zona donde estábamos había otro gran barco japonés, llamado Tinos:
Un detalle de la proa con su ancla (ikari en japonés, recordáis aquel jueguecillo llamado “Ikari Warriors”?):
Y en la popa uno de los tripulantes aprovecha también para lanzar su sedal a ver si hay suerte:
Y hablando de pescadores…:
El puente rojo que se ve al fondo es el que une Port Island con Kobe. Se trata de una de las islas artificiales que tenemos por aquí, hay varias. Esta en concreto es la que se hundió creo que medio metro tras el gran terremoto de 1995.
Sólo os digo que era difícil encontrar un hueco para apalancarme con mi trípode entre tanta gente, más pescadores que peces!.
Y para acabar esta imagen de la Kobe Crystal Tower desde allí:
Bueno, a propósito, ayer cumplíamos el primer añito de Motomachi Cake, ha pasado rápido, ufff, el tiempo vuela, no?.
Gracias a todos por seguirnos durante este tiempo!.
Nuestra amiga Chihiro nos envía desde Tokyo esta foto. Parece ser que Japón se ha decidido a importar algunos de los productos de Cola Cao.
La foto fue tomada por Chihiro en una de las tiendas de la cadena de convinience stores “99” cerca de Shinbashi. En estos convini el precio de los artículos es siempre el mismo, 99 yenes.
Ya hace dos años encontré también “Huesitos” y “Galletas Príncipe” en un súpermercado que hay en Kobe Eki, y también los precios rondaban los 100 yenes.
Si estáis por Japón y echáis de menos estas delicias igual con un poco de suerte podéis encontrarlas a muy buen precio!.
Os dejo aquí un video del año pasado, de un Omikoshi en el Midousuji Parade, un evento que tiene lugar en la conocida zona de Osaka que da nombre al festival. Se celebra el segundo domingo de octubre, de modo que este año fue el pasado día 8. Si tenéis ocasión de verlo merece la pena.
Recuerdo que estuve a punto de ser pisoteado por un grupo de abuelas que perseguía a una carroza sobre la que iba un “idol” coreano de esos de los “drama”, los culebrones orientales, que son un auténtico coñazo.
Las carrozas son muy bonitas, sobre todo acostumbrado uno a aquellas de las cabalgatas de Reyes Magos de la España profunda ;-).
Bueno, por cierto, un omikoshi es una especie de altar dedicado a una deidad menor, que sus feligreses sacan por la ciudad para así honrarle con el paseíto. El caso es que un omikoshi suele ser bastante pesado, como el que vemos en el video, y además algunos hombres están subidos en él mientras que los que lo soportan abajo no dejan de moverlo en una demostración increíble de fuerza. Costaleros a la japonesa :-).
Gracias a un enlace en el blog de Héctor he podido echar unas risas con las dos páginas que Mauro Entrialgo dedica a la blogosfera. La verdad es que no tienen desperdicio. El mismo Mauro permite que dichas páginas sean usadas en nuestras bitácoras, de modo que vamos a colaborar con la labor de distribución. Tiene mucho arte este Mauro :-D. Pinchad en las vistas en miniatura para abrir los ficheros en su tamaño real: