Aratorisute

October 19th, 2006

Arturo Pérez-Reverte ya tiene su “Capitán Alatriste” traducido al japonés. Hoy encontré el segundo tomo de las aventuras de su personaje más popular entre las novedades de libros extranjeros. Eso sí­, la foto que aparece en la portada es de Viggo Mortensen, no del autor. En fin, lo importante es que lo español siga pegando fuerte, ¿no?. A propósito, el libro cuesta 1500 yenes, unos 10 eurillos más o menos (el euro está potentorro últimamente). No está nada mal el precio, teniendo en cuenta que es una edición con pasta dura y el papel es de calidad. También parece que los libros en Japón están más baratitos que en España:

Kaitenzushi

October 18th, 2006

Un kaitenzushi, para los que no lo hayáis podido disfrutar aún, es un restaurante de sushi en el que los clientes se sientan frente a la barra, que suele rodear la cocina. A la altura de nuestros ojos tenemos una cinta transportadora que constantemente hace girar todo tipo de platos de sushi. Así­ pues se trata del modo más fácil de elegir los platos, especialmente si no podemos leer el menú. Por supuesto también podemos pedir directamente algún plato que no veamos frente a nosotros.
Hace unos dí­as fuimos a un kaitenzushi que hay en el shotengai. Los precios son algo más caros que en cadenas como Gontarou, donde cada platito sale por 126 yenes. Aquí­ depende del tipo de pescado, de la parte del pescado, etc.
Hay platos muy baratos y otros que lo son menos, por ejemplo el “toro” (una parte del atún) sale por unos 700 yenes el platito, pero es el 5 Jotas del sushi.
Hay restaurantes más caros, no creamos que esto es lo más, digamos que es lo más “oshare” que nosotros nos podemos permitir de momento, jejeje.
Aquí­ os pongo un video para que lo veáis ustedes mismos:

¿Habéis visto los platitos al final del video?, pues bien, cada uno tiene un color, pero no, no los miran para saber cuánto tenemos que pagar, simplemente una chica se acerca con un aparatejo que pasa por encima del montón de platos y aparece en una pantallita el precio. Imagino que cada plato contendrá en su interior algún pequeño chip como el de las tarjetas de tren Icoca y Suica.

Hace algún tiempo, desde algún blog que ahora no recuerdo, llegué a este video grabado por unos guiris en un kaitenzushi. La verdad es que el video es un poquito golfo :-p :

En uno de los comentarios de este post Jon nos enseña un ví­nculo a otro video muy similar al segundo. Gracias Jun!. Aquí­ tenéis ese video:

Kobe Harborland Seaside Market

October 17th, 2006

Una vez al mes, suele ser el segundo domingo del mes, en Harborland, en horario de 11:00 a 17:00, tiene lugar el mercadillo conocido como Kobe Harborland Seaside Market.
Ayer, por casualidad, nos encontramos con este flea market, que es el primero que veo en Japón puesto que no es algo que abunde, al menos en esta zona.
Acostumbrado a mercadillos más espontáneos, como los sevillanos de “El Jueves” o el antiguo de “La Alameda”, tan interesantes como inseguros y caóticos, este mercadillo me pareció demasiado limpio y organizado.

La mayorí­a de los puestos eran de chicas que vendí­an o trataban de vender toda esa ropa que les sobra de sus percheros. Este grupito de amigas aprovechaba la mañana allí­ para sacar algunos yenes mientras charlaban de sus cosas, seguramente planeaban donde gastarí­an esos dinerillos obtenidos:

Algunos puestos están tan organizados que no parecen encajar bien en un flea market. El de esta imagen tení­a todos sus artí­culos cuidadosamente etiquetados:

Wow, esta chica tení­a algún par de zapatos extra en casa!:

Este puestecillo de colgantes se ve de lo más profesional:

Chavalí­n, tu mamá quiere vender todos esos juguetes!!! (Vito aún no ha perdonado a sus padres la forma en que desapareció de su vida aquel Scalectrix…):

La zona de Harborland en la que podemos encontrar el mercadillo está detrás del Mosaic, al sur, frente a la fábrica de Kawasaki, donde reparan barcos como el grandote que vemos al fondo en esta imagen:

Por cierto, justo al lado hay un edificio alto al que podemos subir en ascensor para tener una vista fascinante del norte de la ciudad de Kobe y de su puerto. Desde allí­ está tomada la siguiente imagen en la que vemos aquel barco de la anterior instantánea:

Bueno, no sólo se vendí­a ropa, también habí­a puestos de discos, videojuegos, figuras de personajes de anime, etc. Y de fondo poní­an música, siempre temas ochenteros, jejeje.

Si os interesan estos mercados tenéis una lista detallada de los que existen en Hyogo, Kyoto, Nara y Osaka cada mes en la revista Kansai Time Out.
Reciclaje!!!.

Momiji Manjuu

October 14th, 2006

Aún quedan algunas fotos de Miyajima, la verdad es que aprovechamos aquel viajecillo.
Una vez que bajamos desde Misen un autobús (gratis) nos llevó hasta la entrada del santuario de Itsukushima. Al lado se encuentra Senjokaku Jinja, templo del cual vemos aquí­ su torii de entrada:

Cerca de allí­ hay una calle comercial llamada Omotesando. Este chico de la foto se estaba probando una máscara y no pude resistirme a sacarle una foto, jeje:

Pero tampoco pude evitar hacer yo mismo lo propio, payasete que es uno ;-p :

En la puerta de esta otra tienda una chica mostraba un perrito que se moví­a con cuerdas, como los tí­teres clásicos. La verdad es que parecí­a bastante real, como que esta chica llevará dí­as haciendo su trabajo…:

También hay allí­ tiendas normales, no sólo de souvenirs vive el hombre, ¿no?. Esta farmacia estaba cerrando justo en el momento en que saqué esta foto. El chico echaba el cierre pero subido en un taburete mientras su padre se marchaba en bici:

Estas muñecas me encantan, están hechas al 100% de madera. El único problema que les encuentro es su precio:

Una señora organizaba en su tienda de recuerdos las paletas de arroz:

Y precisamente en la misma calle podemos encontrar la paleta de arroz más grande del mundo:

Lo que sí­ compramos fue Momiji Manjuu, unos pastelitos famosos en Miyajima, hechos a base de bizcocho (tipo castellar) relleno con alguna crema. Normalmente la crema está hecha con azuki, pero compramos momiji manjuu de chocolate, mandarina, limón, crema de queso, vainilla… Aquí­ vemos a Yito en su elaborado y minucioso proceso de elección de pastelitos:

Esta es una de las cajas que compramos. Ya viene preparada, pero también se pueden comprar sueltos estos pastelitos y los tenemos desde 60 yenes:

Y si queréis más opciones también tenéis la tienda de Kitty Momiji Manjuu!:

Bueno, pues tras las compras nos dirigimos al puerto de Miyajima para emprender nuestra vuelta. La marea ya habí­a bajado bastante en ese momento, pero todaví­a el Gran Torii presentaba este aspecto:

Y hasta aquí­ Miyajima!. Lo cierto es que quedan fotos, pero bueno, las veremos dentro de otros post, con otros temas, si no esto va camino de convertirse en Miyajima Cake Blog.

Esta última imagen está “trucada” con algunos filtros de Photoshop. El barco os aseguro que no era de Playmobil. Es un efecto que me ha enseñado el maestro Tin, a ver si él se anima a actualizar su blog :-p.

Saludos!.

Nueva etapa

October 13th, 2006

Hola a todos, finalmente hemos optado por continuar con nuestro blog prescindiendo del servicio de bitacoras.com, demasiados problemas estaban ya cansándonos hasta el punto de quitarnos las ganas de postear en más de una ocasión, a veces se llevaba uno un buen rato preparando un post para que al final el servidor te dijera que no estaba por la labor. Pero al mismo tiempo se acostumbra uno a esto del blog y se nos harí­a raro parar.
Pues bien, como dentro de algunos dí­as cumplimos un añito qué mejor manera de celebrarlo que con un servicio en condiciones y con un nuevo look, que está en proceso, poco a poco iremos dándole la forma definitiva al nuevo blog.
Acostumbrado al viejo sistema de gestión esto es un paseo, cuántas opciones y qué comodidad!.

Queremos agradecer a Tin, de http://bakitos.nihongodake.net, por su importantí­sima ayuda con sus conocimientos sobre Word Press a la hora de poner esto a funcionar.

Bueno, bienvenidos a esta nueva etapa!!!!

Desde Momijidani hasta el Monte Misen

October 11th, 2006

Vaya, continúan los problemas con bitácoras y su servidor de juguete. Postear cuesta ya la misma vida. Bueno, mientras buscamos una solución más profesional intentaremos seguir con aquella narración sobre nuestra visita a Miyajima.
Nos quedaba un episodio por contaros, aquel trayecto comprendido entre la estación de Momijidani y Shishiiwa, ya con el Monte Misen al alcance de nuestra vista, a una altura de 430 metros sobre el nivel del mar. Lo primero es usar el teleférico, en dos etapas y en dos tipos diferentes de cabinas, haciendo una paradita en la estación de Kayadani.
Este de ala foto es el segundo de los teleféricos:

Una vez que llegamos allí­ nos encontramos con algunas indicaciones acerca del más famoso morador de la zona, el mono japonés (nihon saru):

El mono japonés es el de la izquierda, el de la derecha es un mono ibérico (con banderita española de denominación de origen en su camiseta y todo):

Bueno, hemos de tomar algunas precauciones una vez en la zona. Aquí­ os las mostramos:

Los free-lockers de los que nos habla el último cartel de aviso están en un pequeño edificio que encontramos justo a la llegada. Es aconsejable dejar allí­ nuestras mochilas, bolsas o cualquier otro bulto que llevemos.

Por todos sitios encontraremos a estos monos, muy acostumbrados a la presencia del ser humano, se puede notar su tranquilidad e indiferencia hacia nosotros en esta imagen:

Son el mismo tipo de simio que alguna vez hemos visto en imágenes de televisión bañándose en las aguas termales naturales de Niigata en temporada de nevadas:

Yo no era el único “guiri” que los fotografiaba:

La vista que nos ofrece la montaña es increí­ble. Desde Shishiiwa podemos alcanzar con nuestra vista incluso las costas de Shikoku, si la claridad del dí­a nos lo permite. Shikoku queda en esta foto al fondo a la derecha. A la izquierda tenemos Hiroshima:

Aunque nos parezca difí­cil de creer hay personas que viven en pequeñas islas como esa que vemos tras nosotros en esta foto:

Un lugar privilegiado para tomar un descanso en el camino, dejando que el viento de la montaña nos refresque un poco en el atardecer de uno de los dí­as más calurosos del verano, todo ello con una grandiosa vista frente a nosotros. Estas dos amigas parecen tomar esas palabras al pie de la letra:

Si os fijáis bien detrás de mi en esta imagen se pueden ver unas pequeñí­simas manchas blancas que son algunas de las cabinas del teleférico:

Regalos con mucho arte

October 3rd, 2006

Desde que estoy en Japón he tenido el privilegio de ser ofrendado en alguna que otra ocasión con algunos regalos de los cuales sinceramente no creo ser digno. Hoy quiero mostraros dos de ellos que han supuesto para mi un grandí­simo honor, debido a que las personas de las que vienen los han realizado con sus propias manos y no me cabe duda de que para ello han empleado parte de su valioso tiempo. Quiero que estas dos personas sepan que recibo sus regalos junto con su afecto y cariño, de verdad me siento muy afortunado de poder decir que estas personas son mis amigas.

Hoy mismo, Kayozo (una chica que me consta que es lectora de este blog), ceramista, alfarera y además estudiante de arte, me obsequió con una de sus obras de cerámica, un precioso incensario que aquí­ os muestro:

En la base de esta pieza Kayozo ha dejado impreso su sello de artista:

Aquí­ lo vemos con un poco de más detalle (Kayozo, espero que no lo haya mostrado yo al revés!!!):

Me encantarí­a que ella misma, a través de la sección de comentarios de este blog nos diera unas indicaciones de cómo esta obra fue realizada, de qué materiales usó, etc. Aní­mate, Kayozo, y cuéntanos!!!.

El otro regalo lo recibí­ de una señora que desde hace más de ocho años desarrolla una enorme afición a las cometas, su realización y posterior disfrute. Un dí­a me sorprendió con esta hermosa cometa que ella misma realizó, un laborioso y preciso trabajo que permite que esta cometa pueda volar de un modo muy elegante. El dibujo es por supuesto su obra, no penséis que es una copia o una serigrafí­a, está hecho con tintas a base de agua y con pincel japonés, el mismo tipo que se usa en la caligrafí­a, todo sobre papel japonés de una gran calidad tensado con unas finas láminas de bambú súper resistentes.
Ella lleva estudiando este arte muchos años, pero en su caso su profesor aún no le permite que use un sello personal, por tanto el sello de mi cometa es el de su maestro, aunque ella hizo todo el trabajo.

Dos artistas sin duda!.

Rosa solidario

October 1st, 2006

Ya hace casi un año, tan sólo dos semanas más tarde, justo cuando comenzaba a rodar este blog, nos encontrábamos con una Kobe Tower inusual, guardando sus colores rojo y blanco para teñirse de color rosa. Era la primera imagen que colocábamos en Motomachi Cake Blog. La razón era entonces la misma que en el dí­a de hoy: una manera de llamar la atención de los ciudadanos de Kobe para que se solidaricen con una causa importante, el cáncer de mama. Esta iluminación nos más que una pequeña pero importante parte dentro de una campaña de información sobre la enfermedad.

La tarde estaba revuelta, con cielos grises, chubascos y viento. Aprovechando que por un momento dejó de llover y que ya habí­a anochecido salí­ en mi bici a dar una vueltecilla por Meriken con mi cámara.

Aquí­ tenemos la explicación gráfica del cambio cromático de la torre, una serie de cañones de luz colocados en varios puntos de Meriken. Delante de cada foco una lámina de celofán de color rosa:

Esta otra foto fue tomada desde un punto diferente, casi saliendo ya del parque, en una zona con muchos árboles. No, todaví­a no ha llegado el momiji!, el árbol también estaba teñido de rosa por los focos:

Mientras tanto cerca del Mosaic se acercaba uno de los barcos que enseñan a los turistas el puerto de Kobe. Por cierto, si pasáis por aquí­ y tenéis intención de ver el puerto es conveniente saber que en dí­as nublados las tarifas para estos paseí­tos en barco son mucho más económicas que en un dí­a soleado:

Cerca de nuestro piso, desde el shotengai tenemos esta vista de la Kobe Tower, una vista que me encuentro a diario:

Qué os parece, preferí­s la torre rojiblanca o así­?.

Tennoji Kouen, Osaka

September 27th, 2006

Hacemos hoy un paréntesis en nuestra narración sobre aquella visita a Miyajima para hablaros del lugar donde pasamos la tarde del pasado domingo, el parque de Tennoji en Osaka, sitio al que fuimos principalmente para asistir a la exposición “Masterpieces of the Museo del Prado” :

Lo primero es lo primero: llegar a Osaka eki desde Kobe eki, menos de media horita en shinkaisoku (tren súper-rápido). Una vez en Umeda se nota bastante que estamos en una ciudad grande, el tránsito de personas allí­ es intensí­simo.

Desde allí­ podemos llegar a Tennoji en metro en poco tiempo. La opción de llegar allí­ con la JR también existe pero tardaremos mucho más, aunque también ahorraremos un poquito. Como í­bamos con el tiempo un poco justito pues usamos el metro. Al salir ya podemos ver a lo lejos la Tsuutenkaku Tower:

Una vez entramos en el parque primero accedemos a una zona con fuentes, jardines y gente, mucha gente. En la mayor de las fuentes habí­a muchos niños jugando, dejándonos una bonita escena:

En el parque está el zoológico de Osaka, por eso podemos ver muchas figuras de animales en los arbustos que por allí­ están repartidos o incluso alguna que otra escultura como esta de un hipopótamo:

Bueno, rápidamente nos dirigimos al museo, puesto que tení­amos hora y media para la visita que pensábamos que iba a ser más larga de lo que en realidad fue. Esta es la fachada del Osaka Municipal Museum of Art. No es que sea una maravilla arquitectónica precisamente, pero el interior es lo que cuenta:

Y de su interior sólo os mostramos un par de fotos, puesto que eso de sacar fotos en una pinacoteca está muy feo. Este es el hall del museo y el mismo aspecto mostrará hasta el dí­a 15 de octubre:

La exposición es lo suficientemente importante como para pensar que ahora mismo Madrid debe sentirse un poquito triste con la ausencia de tales obras. Si estáis por estas tierras o vais a venir en los próximos dí­as es de visita muy recomendada, aunque eso sí­, en los últimos dí­as suelen entrarle muchas ganas a todo el mundo de ir a ver la exposición y no es muy cómodo entonces.
Al salir de una exposición siempre encontraremos en Japón una tienda con productos del museo del que provengan las obras que se exponen. Pero en esta ocasión habí­a otra tienda que vendí­a………..cerámica española…….. en fin, sin comentarios:

Una vez salimos de allí­ paseamos un poco por los alrededores. Hay una zona bastante atractiva con un lago con su puente y todo. Cuando escucho hablar a la gente sobre Osaka, extranjeros y japoneses suelen hablar de la ciudad como un lugar feo, gris, caótico y sucio, pero yo creo que es injusto juzgar a una ciudad por un mero tópico. No digo que esos adjetivos no sean aplicables a Osaka, pero generalizar suele llevarnos al error. Esta zona es poco transitada por gran parte de los ciudadanos de Osaka y alrededores, que ven en ella un lugar peligroso, dormitorio de vagabundos y gente de mala vida. A veces estos prejuicios se agradecen cuando uno encuentra que la realidad es bien diferente y que la ausencia de multitudes de visitantes hace del lugar un refugio de tranquilidad.
En el pulmón de aquel parque Yito posa junto a un sauce llorón que baña sus ramas en el lago:

Y un servidor con el citado puente a mis espaldas:

Una vez en el puente echamos un vistazo al agua que tení­amos debajo y de repente comenzaron a emerger tortugas!. Imagino que estarán acostumbradas a ser alimentadas por las personas que por allí­ pasan, hasta el punto de que cuando notan una sombra salen a flote:

Esta es la vista oeste desde el puente, con el sol cayendo y la Tsuutenkaku Tower a mano derecha:

Y esta es la vista este, con una luz totalmente diferente:

Otra foto con la torre sí­mbolo de Shinsekai:

Esta pirámide de cristal esta cerca de la fuente que veí­amos en una de las primeras fotos. En la parte alta se podí­an ver muchos cuervos sobrevolándola:

Y justo al lado de la estación podemos encontrar a muchos aficionados al Shogi, ese juego japonés que debe ser muy adictivo a juzgar por las pasiones que parece levantar. Hay hasta programas de televisión dedicados a este juego de mesa. No os perdáis el detalle de las sillas de oficina:

En el mismo lugar estaba esta parejita, ambos sumidos en la lectura, alguno más cómodo que el otro:

Esta es una esquina más del lugar, una esquina que me llamó la atención por la iluminación del momento y por el aspecto decadente de la zona, este es el tipo de sitios que hace piense mal sobre Tennoji, pero es una decadencia llena de neones y donde no falta un McDonalds!:

Vaya, parece que hemos pasado de las 70000 visitas, GRACIAS!!!

En dirección a Shishiiwa, el Parque de Momijidani

September 22nd, 2006

Seguimos con la narración de nuestra visita a Miyajima. Pensaba que con un post más podrí­a cerrar este tema, pero lo cierto es que tenemos muchí­simas más fotos de las que recordábamos en el PC, así­ que mejor ir poco a poco, el lugar merece la pena.
Bueno, pues estábamos hace unos dí­as dentro del santuario de Itsukushima, así­ que empezamos hoy justo en la salida del templo, donde nos esperaba un grupito de ciervos agrupados bajo la sombra de un pino. Es época de apareamiento para ellos y conviene tener precauciones a la hora de pasar cerca de ellos, especialmente si son machos:

En el mismo lugar hay un puente bastante atractivo, entre el santuario y el Museo de los Patrimonios Culturales. Por la cuesta que baja desde Momijidani vení­a este otro Jinrikisha, más joven que el que os mostrábamos hace unos dí­as. Crucé con él algunas palabras y me decí­a que estaba especialmente cansado por trabajar con ese calor y ataviado de esa manera:

Esta otra imagen está tomada justo en la interjección de aquel pequeño puente. Estuvimos almorzando justo en el restaurante que queda a la derecha. Todos los establecimientos estaban repletos de clientes, a pesar de que esperamos bastante tiempo a que pasara la hora del almuerzo para los japoneses (almorzamos alrededor de las dos y media):

Bajo el puente algunos ciervos aprovechaban la sombra que este les brindaba:

Después de recobrar energí­as con un plato de kakifuraidonburi (las ostras son muy populares en la zona), subimos hacia Momijidani. Por cierto, Yito querí­a preguntarme si me apetecí­a probar esas ostras, aunque estábamos fuera de temporada hay un tipo de ostras especiales que sí­ se pueden comer en agosto. Las normales dicen que son sólo comestibles durante los meses cuyo nombre inglés acaba en “-ember”. El caso es que aunque el español de Yito es de un nivel bastante avanzado a veces hay palabras que son fáciles de confundir, es normal. Bueno, esto viene a cuento de que estando en el restaurante mirando ella el menú va y me suelta: “oye, ¿quieres probar una hostia?”… esta Yito…
Bueno, en un cruce de esa cuesta con una calle llamada Taki Koji hicimos este par de fotos:

En el Parqye de Momijidani hay muchos ciervos. Allí­ encontraremos muchos menos turistas que abajo, por lo tanto encontrarse con un ciervo es lo más parecido al survival horror de los videojuegos!. Este era pequeño, pero están muy acostumbrados a los humanos, así­ que no nos tienen miedo. Es normal que se nos acerquen buscando comida:

Aquí­ paramos durante unos minutos para relajar un poco las piernas y sacar algunas fotos, pero tuvimos que salir rápido de allí­ porque habí­a muchos mosquitos:

El nombre del parque (“valle de los arces”) debe su nombre a los árboles que lo cubren de un verde intenso durante el verano y de tonos rojizos bien entrado el otoño:

En mitad del camino un estanque lleno de carpas, algunas enormes. Estos peces saben comer de la mano de los humanos como si se tratase de un perro:

El frescor de un riachuelo y el atractivo de un nuevo puente bien merece una parada en el camino. Mientras tanto escuchamos el canto del suzumushi, un insecto parecido al grillo pero con un canto muy especial, la primera vez que lo escuché fue en Koyasan y pensaba que eran pájaros, para que os hagáis una idea de cómo es su sonido:

Bajo el mismo puente una pequeña cascada:

En un dí­a caluroso de verano no hay nada como un paseo por la montaña. La temperatura baja considerablemente. Seguimos notando la humedad, pero es mucho más agradable, sin duda debido al hecho de estar rodeado de tanto verdor:

Y hasta aquí­ nuestro ascenso a pie, puesto que una vez que llegamos a la estación de Momijidani tenemos que usar dos teleféricos para llegar a Shishiiwa, pero eso en el próximo post!.