No hace muchos días que decidí dedicar una lluviosa tarde de domingo al visionado de una película de ciencia ficción, concretamente una de esas que no requieren un excesivo desgaste neuronal (estando protagonizada por Nicolas Cage tenía bastantes papeletas para ser de ese tipo). El engendro lleva como título “Knowing”. Realmente el propósito era matar el tiempo viendo algo mínimamente entretenido y prácticamente se puede decir que fue satisfecho.
La película, por si alguien no estuviera al tanto, va de un colegio en el que 50 años atrás una profesora pide a sus chavales que hagan un dibujito en el que traten de plasmar su visión del futuro para, posteriormente, meterlos todos en una cápsula del tiempo que no será abierta hasta nuestros días. El colegio es obviamente el centro en el que estudia el chiquillo del personaje de Nicolas Cage en la peli. Entonces todos hacen una auténtica monería con los lápices Alpino y los rotuladores Potombo, excepto una nena rarita que rellena un Din A4 con números. Y, claro, tienen sentido.
Aquello de la cápsula del tiempo me resultó gracioso porque días antes había encontrado una en un rincón de Meriken Park, el parque del puerto. En la siguiente foto podéis ver el noray al que la sumergida cápsula está unida mediante una enorme cadena:
La inscripción es difícilmente legible en su totalidad a causa de la corrosión pero dice lo siguiente:
このタイムカプセルは、
神戸開港120年を記念して、
神戸市民の将来の夢と30年後の
市民へのメッセージを託したものです。
埋蔵日 1987年4月29日
開封日 2017年
Que traducido de un modo muy libre sería algo como:
“Esta cápsula del tiempo conmemora los 120 años de la apertura del puerto de Kobe portando los sueños del futuro de los habitantes de la ciudad y un mensaje para aquellos que la pueblen dentro de tres décadas.
Fecha de la inmersión: 29 de abril de 1987
Fecha de la apertura: 2017”
De modo que habrá que esperar aún unos añitos para ver su contenido. Y se me ocurre preguntaros, ¿qué meteríais vosotros en una cápsula del tiempo que fuera a estar sellada durante un período de, por ejemplo, 100 años?
Haced clic aquí si queréis ver en Google Maps la localización exacta de esta cápsula o para daros un paseo virtual por Meriken Park.
Libros… No se porqué pero me da la sensación de que dentro de 100 años ya no existiran. Probablemente escribiría una carta a uno de mis descendientes y le contaría con todo lujo de detalles mi vida cotidiana, para que la comparara con la suya. No para que observara el posible progreso (quién sabe si no hay retroceso), sino para que entendiera que hasta sus antepasados vivían, pensaban y sentían de manera diferente, ayudándole así a ser más tolerante.
La idea de las cápsulas del tiempo siempre me ha parecido muy romántica y nostálgica 🙂
Por cierto, qué curioso que la cápsula que mencionas se cerrara en el año de mi nacimiento ^_^
Qué envidia de juventud, chica de Potedaia!! Una persona tan joven no puede ser ya nostálgica!!
Un saludo.
Me parece una idea preciosa. La he visto en algunas películas y … no sé qué metería. Un periódico, tal vez, aunque parece algo muy prosaico.
30 años no son nada, la verdad.
Un beso.
Decenas de discos duros con toda la información de mi vida hasta el momento de ponerlos en la cápsula (música, fotos, textos, vídeos, etc.). Ah! Y por supuesto un ordenador capaz de leer los discos duros y acceder a ellos.
Nunca me había fijado! voy a buscarla la próxima vez que vaya a Meriken Park. A todo esto, vi la película…y a pesar de que estas películas apocalípticas me angustian y de que sale Nicolas Cage, también me gustó.
Saludos!!