Cualquiera que pase por Japón se acabará encontrando tarde o temprano con alguna imagen que la represente, es la actriz que más ha podido influir como canon de belleza femenina en este país. Preguntemos a cualquier chica japonesa si tiene o ha tenido algún ídolo como modelo a tratar de imitar en términos de estética y podemos apostar sobre seguro que muchas de ellas nos indicarán a una misma persona, estamos hablando de Audrey Hepburn.
Entremos en cualquier videoclub y no tardaremos en encontrar, muchas veces entre los filmes más demandados, cintas como “Roman Holiday” o “Breakfast at Tiffany´s”.
Es más, busquemos en cualquier revista de moda femenina y no será poco usual encontrar modelos que tienen más que estudiadas las poses y los gestos de la artista belga.
Las colegialas aún llevan en sus carpetas postales y recortes de Audrey, y en publicidad es un icono, podemos encontrar productos de merchandising de todo tipo sobre ella.
Como muestra un botón, aquí tenéis una imagen de un anuncio de Pasona, una empresa de recursos humanos, en el metro de Kyoto:
Una mujer con un estereotipo de la belleza muy peculiar, súper flaca la anorexia en su más alto estilo 😉
Claro y es que las flacas no tienen derecho a vivir… En fin…
A lo que iba. Siempre me ha gustado esta mujer y además aquí es súper conocida, obvio. Supongo que allá es ejemplo de belleza porque tiene unos rasgos muy finos y femeninos. De hecho, el año pasado se pudo de moda llevar carteras y bolsos con su imagen ^^
Me gusta el anuncio.
En cuanto en una sociedad se pierde de vista la imagen de Audrey, las mujeres se empiezan a operar las tetas.
Dios no lo quiera.
Hasta diría que tiene los ojos redondillos …
En el Mark City de Shibuya tienen un cartel publicitario super grande con una imagen suya; y no se si en el Yebisu Garden Place vi otro. Supongo que a las japonesas lo que mas les gusta de ella seran sus ojos grandes.
Un saludo.
Preciosa, simbolo de estilo y clase, buena persona, su elegancia es suprema, ninguna mujer esta a su altura, como dijo una vez Richard dreyfuss, “ella era un sueño”.