Imagino que a estas alturas la película es por todos conocida y de no ser así ya tardáis en correr al videoclub a alquilarla. “Lost in Translation” nos ofrece un deleitable paseo por Japón, acompañados de una encandiladora Scarlett Johansson y de un arrebatador Bill Murray. La he visionado un par de veces; recuerdo que la primera vez fue al poco tiempo de llegar a Japón, y la segunda vez más recientemente. Realmente se podría decir que fue como ver dos películas distintas. La experiencia de mi estancia aquí me va sugiriendo paulatinamente nuevos puntos de vista.
Una de las escenas más hermosas de la película es sin duda aquella en la que el personaje de Charlotte viaja durante un día a Kyoto (lo que en Japón se conoce como 日帰り, higaeri). En su excursión visita el famoso templo de Chion In y el monumental Heian Jingu, dos de las perlas de visita obligada en la ciudad. Aquí tenéis la escena en cuestión:
El pasado mes de agosto la casualidad nos llevó a seguir los pasos de Charlotte. Lo hicimos bajo un sol abrumador pero al lado de dos buenos amigos, lo que hizo que ese sofocante calor fuera más liviano. A ellos les dedico esta entrada.
Y para hacer más amena la visita al blog hoy os propongo que escuchéis la canción que tenéis justo bajo estas líneas mientras miráis las fotos, “Kaze wo atsumete”, uno de los temas de la banda sonora del filme de Sofia Coppola.
La imponente fachada del Chion In con otra guapa rubia en su escalinata, no es Scarlett, es Mari íngeles.
Y tras la fachada más escalones…
¡Y ahí que voy yo a subirlos!
Mari íngeles y Paco se toman un descansito ante el verdor de los jardines del templo.
Kayo también se dispone a hacer lo propio mientras charla con Paco.
Esta foto te la he robado, Paco. Me gusta mucho porque recuerdo la grata conversación con aquella señora.
En otro lugar, no demasiado lejos de allí pero un poco más al norte, se encuentra el Heian Jingu. En los aledaños podemos encontrar a varios Jinrikisha como el de la imagen.
Si imponente era la fachada del Chion In la del Heian no lo es menos.
Mari íngeles depurando sus virtudes.
Un aspecto del interior del recinto desde la entrada.
Qué suerte tuvieron nuestros amigos con el cielo, pasaron calor, sí, pero no se quejarán de la luz que les regaló agosto.
Contrastes de color.
Un pequeño canal que refrescaba un mínimo el ambiente.
En la foto original a tamaño completo se pueden contar pocas personas que no se estén cubriendo la cabeza. Recomendaría que si visita alguien este templo lo haga en un mes menos caluroso. Charlotte fue más lista que nosotros 🙂 .
a mi también me pasó que al ver esa película de nuevo fuera como ver una peli distinta. Ya entendiendo un poco de lo que dicen en japonés.
Aún no voy a esos templos pero ya será en la próxima visita a Kyoto.
saludos
Me encanta Lost in Translation, desde antes de verla sabia que me encantaria…..esa escena para mi es la mas maravillosa, y ese momento cuando ve venir a la comitiva con los novios/recien casados mientras suena esa cancion de Air………..se me ponen los pelos de punta cada vez que la veo……
Espero algun dia poder realizar yo ese paseo tambien……
HOla!
Dentro de 15 dias, si nada lo impide, espero repetir los pasos de Charlotte. Por fin cumpliré un sueño. Aprovecho para daros las gracias por lo que nos ha ayudado a confeccionar nuestro viaje vuestro blog. Un lujo.
Seguid así.
Carlos, qué onda?
Tienes que ir a Kyoto a ver esos lugares, hombre!, cuando vengas avisa!
Laura, yo espero que puedas dar ese paseo, porque de verdad merece la pena.
Mude, me alegro muchísimo de que te haya servido el blog, de verdad. Buen viaje!!!
Es verdad que cuando la ves después de haber viajado a Japón se ve con otros ojos, más reales quizá. Me ha pasado con muchas cosas que he visto antes y después de Japón.
Te aconsejo la serie de la BBC Japanorama.
Genial
¡Ante todo, estupendo blog! El concepto de 日帰り (higaeri) no me ha quedado nada claro. ¿En que consiste?
Yo también espero poder viajar algún día a Japón, espero que como máximos de aquí a un par de añitos ^^
Cunado fuí a Japón el año pasado también viajé sola y como la peli me sentía completamente descolocada.
La primera vez que vi la peli no me gustó y cuando volví de mi viaje y la volví a ver me encantó! me sentí tan identificada.
Coincido plenamente con vuestros comentarios de plena identificación con la sensación que transmite esa joya que nos regaló Sofía Coppola…
Cuando estuve en Heian también vi una boda, imaginaos el aluciante dejí vu…
Qué grande eres Sofía… Y qué grande la Johanson 😉
[…] Los de Haruyo, también de Goncharoff, pero estos son bitter, vamos, para comérselos mientras uno se toma una copita en el sillón, como hacía Bill Murray en su anuncio en Lost in Translation: […]