Momijigari

Entre esta imagen…

…y esta otra…

…han transcurrido 41 meses.

Tomé ambas fotos durante las dos únicas visitas que he hecho a la ciudad de Nara. Supongo que habiendo vivido tan cerca durante todo este tiempo la cosa tiene delito. ¿Que por qué no he ido más veces?, pues quizás por un pequeño porcentaje de pereza que inclina la balanza a favor de otros destinos: desde Kobe uno puede plantarse en Osaka o en Kyoto sin cambiar de tren ni una sola vez. Estas dos ciudades tienen tanto que ofrecer al visitante que habrí­a que dejarse caer por ellas en demasiadas ocasiones para poder llegar a decir que uno las conoce bien (yo estoy en ello desde hace mucho, aunque de momento solo podrí­a decir que “apenas las conozco de vista”). Por otro lado Nara implica más tiempo para pequeñas incursiones de un dí­a (aunque mi amigo Flapy seguro que discreparí­a mucho acerca de esto).

Hace ya un tiempo que vi, en una sutileza de blog llamado “Bloggering Away”, unas fotos del momiji en Nara que me fascinaron. Desde entonces pensé que tení­a que disfrutar de esas vistas personalmente. Y este año surgió la ocasión, de modo que allí­ fuimos. Hoy quiero mostraros algunas de las fotos de dicha visita, que me temo que no fue más que el preludio de las que están por realizar. Me gusta Nara…

Subiendo por la calle Sanjou hay un gran estanque llamado Sarusawa (“el estanque del valle de los monos”). Desde allí­ podemos divisar la gran pagoda de Kofuku-ji.

Se trata de la segunda más alta de todas las que hay en Japón, tan solo superada por la de To-ji en Kyoto, de 57 metros.

El hombre del jinrikisha se toma un descanso fumando en pipa.

En la ciudad de los ciervos parece que la cosa es contagiosa, fijaos en el tocado que lleva la chica…

Cuando era niño recuerdo que solí­a ir al Parque de Marí­a Luisa, en Sevilla. Allí­ mis padres me compraban una bolsita de altramuces con la que alimentaba a los patos de los estanques. En Nara los niños hacen lo propio con los ciervos ofreciéndoles shika-senbei.

Desde la entrada principal al recinto del Toudaiji de divisa el Nandaimon.

Uno de los guí­as que pululan por la ciudad.

En los aledaños del Toudaiji muchos arces se tiñen ya de rojo.

Al igual que durante el ohanami multitud de personas se congregan en lugares como Nara Kouen para disfrutar de la contemplación de este regalo de la naturaleza.

Yito…

…y un servidor.

Subiendo al norte del templo del Gran Buda nos encontramos con un caqui en el que todaví­a quedan bastantes frutos, los que los cuervos por ahora han querido respetar.

Seguimos nuestro ascenso dejando atrás el Todaiji.

Llegamos al Nigatsu-dou, desde donde el cielo nos sorprende con esta vista.

Y no soy yo el único que parece haber quedado embelesado.

Esta hermosa fuente que alberga el mismo lugar lleva la inscripción “Hounou”, que significa “ofrenda a los dioses”.

Un detalle del dragón de la fuente.

Bajando las escalinata que hay entre el Nigatsu-dou y el Sangatsu-dou me llama la atención el musgo que ha crecido en esta linterna de piedra.

El parque de Nara en otoño resulta mucho más atractivo que en verano. Las hojas de árboles caducifolios van poco a poco sirviendo de manto sobre el suelo.

A la derecha del Toudaiji, según se mira desde fuera, hay un estanque cuya vegetación circundante es todo un espectáculo de color.

Cerca de allí­, junto a los puestos de omiyage esta pequeña hace toda una demostración de flexibilidad…

Enfilando nuestro camino hacia la estación de JR, al sur, paramos un rato en Nara Machi para ver las calles de la vieja ciudad.

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11 Responses to “Momijigari”

  1. La verdad es que viviendo en Kobe haber venido solo os veces a Nara en 4 años tiene delito !!

    Por cierto !! Fotos geniales… porque no publicas un libro?? 😉

  2. igo says:

    ¡Preciosas las fotos! me encantarí­a ir a verl en otoño, o en primavera… A ver si el año que viene…

  3. An says:

    hermosisimas fotos…máss que hermosisimas fotos 🙂 Saúdos e apertas 🙂

  4. Prognatis says:

    Qué bonica Nara. Nosotros sólo estuvimos un dí­a, pero lo recuerdo con mucho cariño. Los templos y parques son una maravilla. Lo de los ciervos ya no lo llevé tan bien, ya que me dieron un poco de alergia y me puse a estornudar 😉

    Muy buenas las fotos. Qué bonito es Japón con el rojo del otoño 🙂

  5. Javier says:

    Todas las fotos estan excelente, pero en especial la del templo de Nara. Hace muchos anhos fui al mismo lugar por cosas del trabajo y apenas me fotografie con una camara descartable, las tuyas estan de coleccion.

    Saludos desde Nagoya (Japon).

  6. lorco says:

    No conozco a nadie, directamente, que haya estado en Nara mas de un dí­a. Es cierto que el bosque con los templos y los ciervos merece la visita, pero después de un dí­a viendo ciervos y templos…
    No se, quizás Flapy pueda decir algo más, pero a mi me dio la impresión de que eso era todo…

    Las fotos, de nivel, la que mas me gusta, el farol de piedra con el musgo.

  7. quicoto says:

    Me gustaron mucho las fotos ! 😉

    saludos

  8. Vito says:

    Flapy, en efecto tiene delito, pero trataré de redimir mis penas con visitas más frecuentes 😉
    Lo de publicar un libro me parece buena idea, ¿te apuntarí­as? 😀

    Igo, ojalá puedas cumplir tu deseo el año que viene. En casi cualquier momento será precioso ver Nara.

    An, mil gracias y saludos a ti también.

    Prognatis, donde tú no hayas estado es que no viene en el mapa, chico, qué envidia da mirar tu blog. Siento lo de los ciervos. Entonces Miyajima también te supondrí­a pasar un mal ratillo, no?
    Gracias por comentar.

    Javier, felicidades en tu dí­a (que también es el mí­o) y gracias por tus palabras. Saludos de Kobe a Nagoya!

    Lorco, yo sí­ que conozco a uno, precisamente uno que comenta un poco más arriba… uno que lleva tanto tiempo allí­ que ya es como los ciervos: forma parte del entorno 😉
    Hombre, históricamente Nara es increí­ble, visualmente preciosa. Habrí­a que descubrir sus encantos y el más indicado para ello es el mismo Flapy. Molarí­a que nos hablara sobre su gastronomí­a, oferta cultural, tiendecitas y tal. Yo sé que por Naramachi hay unas tiendas de sake la mar de interesantes, por ejemplo.

    Quicoto, gracias.

    Saludos a todos.

  9. Marcos says:

    No seré yo elque te censure el no ir a Nara porque yo llevo como seis años sin ir a la Alhambra, que es como para colgarme de los huevos, bajarme y volverme a colgar.

    Nunca es tarde si la dicha es buena. Yo estuve en Mayo y es increí­ble como cambian los paisajes en Japón según la estación. Ese es otro de sus encantos.

  10. socorro says:

    las fotos están padrisimas y hermosas todo esta precioso me encanta el megor pais de cultura es japon y china sonlo mejor y yo soy de México

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